El futuro para un niño puede parecer lejano, pero dos certezas existen en torno al mismo. La primera es que terminará por llegar y la segunda es que los más pequeños lo imaginan de múltiples formas. Son muchas las profesiones con las que los hijos sueñan para ganarse la vida cuando alcancen la edad adulta. ¿Cuáles son las más deseadas por los menores?
Numerosos factores entran en juego a la hora de decidir qué profesión quieren para el día de mañana. Desde el empleo que tienen los padres, siempre el espejo en el que mirarse, hasta esas estrellas que observan en el mundo audiovisual. Lingokids se ha interesado por el sueño laboral de varios niños de entre 2 y 8 años de 400 familias distintas.
Deportistas y médicos
Los datos de este estudio desvelan que el 26% de los niños quieren ser deportistas. Sorprende que la segunda profesión más deseada por los más pequeños fue la de médico, profesión elegida por un 22% de los menores. Idénticos resultados obtuvo la salida laboral de policía. El cuarto lugar de este top lo cierra la carrera artística, como actor o músico, elegida por el 18%.
Por supuesto, un futuro laboral como influencer o youtuber es atractivo para los más jóvenes. De hecho esta profesión fue la quinta más repetida entre los menores encuestados y un 16% de los niños que participaron en este estudio reconocieron querer, cuando crezcan, granjearse un nombre en internet. Por su parte, Natalia Sepúlveda, directora de comunicación de Lingokids, valora del siguiente modo estos resultados:
«A edades tempranas, las respuestas de los niños acerca de qué quieren ser de mayores vienen condicionadas por el imaginario infantil, por lo que ven en el cine o la televisión o por sus propios gustos o aficiones. Por eso es frecuente que quieran ser futbolistas, bomberos, veterinarios, profesores… La elección de la profesión de youtuber denota la influencia que comienza a ejercer internet y las redes desde el inicio de nuestra vida.»
Modelos a imitar
Muchos padres pueden encontrar divertido y enternecedor que sus hijos quieran ser artistas o famosos en internet. Pero hay que tener claro qué modelos son los que van a servir de inspiración a los más pequeños. Para José Luis Calvo, vicepresidente de la Asociación Pro Derechos del Niño (Prodeni), no se trata de impedir que los niños desarrollen sus talentos artísticos ya que es positivo el aprendizaje precoz en la educación, cultura (artes, deporte…) de los niños y niñas.
Poco a poco los niños y niñas adquieren pronto los conocimientos y destrezas que en la edad adulta podrán desarrollar con total esplendor y madurez. «Ahora bien, en el ámbito que tratamos, dicho aprendizaje precoz se contamina porque no se produce de forma natural y metódica, sino a imitación de los modelos adultos y entran de lleno en la comercialización del arte», afirma Calvo.
Así, si un niño tiene talento, hay que vestirle y animarle a que actúe como lo que es: un niño. No se le debe someter a los movimientos, gestos, insinuaciones, coreografía… de los adultos, buscando la efectividad comercial, el espectáculo rentable. Es decir, no se debe hacer del menor un artista adulto a escala de niño ya que al niño se le priva de su propia expresividad, naturalidad. Se exageran los maquillajes, modo de expresarse, el contenido intrascendente y poco educativo de las letras etc.
Damián Montero
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