Si de repente llegan las notas finales de las evaluaciones, y las notas de nuestros hijos no son las esperadas es el momento de analizar lo sucedido. Las malas notas pueden sorprendernos cuando no hemos visto venir los resultados y no hemos podido hacer nada poner remedio a tiempo. Por este motivo, conviene buscar cuáles son las causas para encontrar la mejor solución al problema de un posible fracaso escolar.
Hay ocasiones donde parece que todo está en orden y de repente las calificaciones nos sorprenden mucho y nos alarmamos. Estas son las preguntas que nos pueden ayudar:
1. Sé realmente lo que ha sucedido
2. Qué se puede hacer para evaluar la situación
3. Hay una dificultad presente que no hemos detectado o hay algo más que no hemos percibido hasta el momento
4. Qué opina el colegio de todo esto
5. Es necesario un estudio en mayor profundidad
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Esta sensación de asombro o alarma viene sobre todo en casos en los que puede ser que hayamos visto que nuestro hijo «estudia y además cumple con su rutina de sentarse y hacer las tareas; o puede ser porque no sepamos qué tareas tiene habitualmente y no las esté realizando y creamos que aún no tiene nada para casa; también se puede dar el caso de que nos pille muy de sorpresa los resultados obtenidos porque nosotros mismos le hemos preguntado la lección y todo en casa parecía correcto; o bien porque son primeras experiencias, en momentos evolutivos en los que hasta el momento no ha habido evaluaciones y exámenes escolares y nuestro hijo se hace un poco más mayor, y aumenta la exigencia y cambian los sistemas de evaluación; o incluso nos alarmamos porque no sabemos qué sucede.
La comunicación con el colegio
En cualquier caso, si sucediera esto y el colegio no nos hubiera avisado, lo más adecuado es comunicarnos con el colegio y programar una reunión con el tutor o con el psicólogo-orientador para evaluar entre todos lo sucedido, ver si lo consideran desde los profesionales algo por lo que alarmarse o no, y/o detectar si se trata de una dificultad específica la que nos ha llevado a estos resultados obtenidos.
Los colegios son lugares donde los niños pasan de lunes a viernes casi más tiempo que en sus casas. Los profesores, psicólogos, y compañeros son, en parte, su otra familia y suelen conocer muy bien a nuestros hijos, sus gustos, sus capacidades, el estilo de su personalidad, las preferencias en elección de amigos y compañías, viven su actitud y conocen sus aptitudes y dificultades. Y en muchas ocasiones conocen también a los hermanos y la historia familiar, etc.
Desde un puesto de vista profesional, la comunicación con el colegio es importante de cara a la educación e nuestros hijos, entablar una agenda de contacto, o unas tutorías telefónicas/skype, o una reunión cada mes o mes y medio con el tutor, o con el orientador es muy útil para acompañar a nuestros hijos y conocer su realidad de cerca.
Es realmente útil para nuestros hijos ir de la mano del colegio, así como sintonizar con nuestro centro educativo, y más aún a la hora de tratar con dificultades y enfrentarnos a unos resultados de bajo rendimiento escolar que pueden ser debidos a múltiples circunstancias: una dificultad de aprendizaje específica, un trastorno específico de la infancia o la suma de varias cosas y que la consecuencia de esas variables sea la que puede llevar al niño a unos bajos resultados y si perdura en el tiempo a un fracaso escolar y /o abandono.
Es importante a tener en cuenta que si un niño presenta cambios en los resultados o dificultades en el aprendizaje durante más de un mes en clase, esto nos indica que debemos plantearnos atender y estudiar más detalladamente lo que sucede.
¿Cuándo es fracaso escolar?
En el fracaso escolar, el problema a tratar se compone de un niño con dificultades escolares y de aprendizaje, y estructuras educativas que no favorecen la superación de las dificultades presentadas por el niño.
El fracaso escolar es una consecuencia de varias variables y no tener un entorno que le pueda dar la solución, no es algo que tenga el niño:
1. Cuando hablamos de dificultades que puede presentar el niño nos referimos a:
– Conductas de Distracción/desatención, falta de concentración: el cuadro más común que presenta estos síntomas y lleva a fracaso escolar es el TDAH ( sin diagnosticar o sin apoyos educativos, familiares, médicos*)
– Falta de motivación: o bien por objetivos inalcanzables o bien por no estimularles la materia.
– Actitudes y rutinas no adecuadas en casa y clase: no técnicas de estudio, no adaptación a su necesidad madurativa del momento, no saber qué tareas hacer, qué preguntas hacer, cómo estudiar*
– Trastorno especifico del aprendizaje: retraso del lenguaje, dislexia, problemas de lectoescritura, etc… (en este caso es importante la estimulación y los apoyos curriculares)
– Niños con circunstancias puntuales que les hacen padecer síntomas depresivos y del estado de ánimo y eso baja su rendimiento escolar (atender y detectar como se le puede ayudar)
– Niño que repite curso y se siente desmotivado y no reconocido ( es importante dedicar atención en la autoestima a aquellos alumnos que repiten y que conozcan por qué y puedan ponerle solución)
– Dificultades perceptivas periféricas (visuales, auditivas…): que deben ser detectadas y diagnosticadas, si existe sordera, o baja audición, o dificultades en la visión*esto hará que el aprendizaje disminuya considerablemente.
– Niños con características de personalidad con inseguridad, o dificultad en el manejo de las relaciones, o con baja autoestima, miedos, etc… niños que pueden ser objeto de bullying (acoso escolar)…
– Niño con trastornos específicos del neuro-desarrollo, como puede ser un cuadro del espectro autista, o un trastorno especifico del lenguaje o una discapacidad intelectual.- Niño con altas capacidades o superdotación ( a veces conectados con alta desmotivación o con estilos de procesamiento de la información diferentes)
– Niño con otros problemas escolares/personales que desconocemos y hay que evaluar.
2. Cuando hablamos de dificultades en algún punto del sistema educativo nos referimos a acciones educativas «poco» acertadas, que no ayudan y dificultan muchas veces el desarrollo de algunos alumnos y que se pueden encontrar en cualquier punto de la cadena educativa, desde el plan educativo curricular, el sistema educativo especifico en el que estudia el niño, el ambiente del centro, la organización, la comunicación del centro, el claustro de profesores, el estilo educativo, los cuidadores de los patios, la dirección, el equipo pedagógico y orientación, la ruta, los propios padres*El fracaso escolar se produce cuando algo falla en algún punto de la cadena del sistema educativo, y el niño con dificultades no es ayudado para superarla.
En general el fracaso escolar se detecta:
– Desde el centro escolar, por profesores y/o equipo de orientación.
– Desde casa por rendimiento y actitud generalmente.
– Desde los profesionales de la salud, el médico o pediatra podría valorar el estado general físico y de salud del niño y si es necesario derivar a un estudio más en profundidad por el neuropediatra y psicólogos especializados.
Ana Asensio. Psicóloga
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