Las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta que soluciona nuestro día a día de muchas formas. Sin embargo, en ocasiones, se han convertido en unas indeseables compañeras. Un buen ejemplo es esa reunión familiar en la que los más jóvenes prestan más atención a sus teléfonos móviles que a las conversaciones que se lanzan sobre la mesa.
Si bien no debe coartar el acceso a estos dispositivos por parte de los más pequeños, tampoco se debe permitir que consulten estas pantallas siempre que quieran. Para todo hay una ocasión y hay muchas situaciones en las que los sentidos deben orientarse a otros menesteres. Por ello, te brindamos algunos consejos para conseguir que tus hijos dejen estas tecnologías de lado cuando no sea pertinente.
Actúa desde el principio
La prevención es el mejor método para evitar problemas, levantar barreras que impidan que estos lleguen. Tal y como aseguran desde el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, se puede empezar a trabajar antes de detectar los factores de riesgo o si estos se han percibido de forma leve. Antes de que el fuego crezca, es mejor apagar las pequeñas llamaradas.
También hay que recordar que la familia se producen los aprendizajes más valiosos para la vida, durante el proceso de socialización que incluye la enseñanza de valores, significados y normas. En el momento en que se le facilita una de estas tecnologías a los más pequeños deben quedar claras algunas reglas de uso que, si se incumplen, incurrirán en sanción.
De esta forma, acatar estas normas y advertir de los riesgos se convierte en una herramienta de prevención. Las consecuencias derivadas de estas actitudes serían una herramienta de trabajo secundaria ya que, si bien también pueden impedir que la cosa vaya a mayores, responden a una ruptura del «contrato» previamente aceptado.
Otras herramientas de prevención
– Desde primera hora, fomentar el vínculo entre los familiares. Desde que son pequeños, los más pequeños deben entender la importancia de la convivencia en el hogar y que encuentren diversión en el seno del hogar.
– Instaurar normas de protocolo en los encuentros familiares. Cuando toda la familia se reúne, deben quedar claras algunas normas, entre ellas que el móvil debe quedar en segundo lugar y ajeno a su uso.
– Ofrecerles alternativas. La diversión que pueden encontrar en el móvil, debe ser sustituida por otra actividad.
Damián Montero
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