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Accidentes por edades, los peligros que debes evitar a tus pequeños

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Accidentes por edades, los peligros que debes evitar a tus pequeños

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La seguridad en el hogar es una de las mayores preocupaciones de los padres. Aprender a evitar los accidentes es un objetivo al que todo progenitor debe aspirar. Una de las claves para alcanzar esta meta es saber qué peligros son los que provocan estos incidentes y, por supuesto, cada edad conlleva distintos riesgos a los que hay que atender.

Por ello, desde la Asociación Española de Pediatría, AEP, se brindan los siguientes peligros en función de la edad de los pequeños. Unos consejos que se ofrecen a través de una guía con la que hacer de nuestro hogar un espacio completamente seguro y en donde las visitas a urgencias sean un mal recuerdo del pasado.

Menores de seis meses

Tal y como indican desde AEP los movimientos se caracterizan por los reflejos arcaicos como son el de sujeción o el de búsqueda. Al mes todavía persisten algunas de esta función y mantiene la posición en flexión. Poco a poco el bebé comienza a mantener la cabeza y al colocarle boca abajo consigue levantarla un poco.

Ante la escasa autonomía del niño, a esta edad los accidentes que se producen con más frecuencia son las caídas desde altura. También hay que tener en cuenta el síndrome de muerte súbita del lactante. Un peligro que ocurre con más frecuencia entre los 2 y 4 meses de edad y afecta más a los niños que a las niñas, la mayoría de las veces ocurre durante el invierno y es una de las principales causas de muerte en niños menores de un año.

Para prevenir este síndrome, desde AEP recomiendan las siguientes acciones:

– Acostar al bebé siempre boca arriba, incluso en siestas cortas.

– Acostar al bebé sobre un colchón firme.

– No acostarlo en otras superficies blandas, como por ejemplo un sofá.

De 6 a 12 meses

Hacia los 6 meses el bebé ya se puede mantener sentado con un mínimo apoyo y cuando está tumbado es capaz de darse la vuelta y cambiar de postura. En definitiva, adquiere una mayor autonomía motriz que lo hace más proclive a accidentes como caídas o choques contra el mobiliario, así como quemaduras al caerle objetos calientes al entrar jugar en la cocina.

Algunos consejos para prevenir estos accidentes son los siguientes:

– Las cunas deben estar homologadas regulándolas a medida que el niño va creciendo.

– La casa debe contar con medidas de protección como barreras en las escaleras al igual que rejas en ventas y cierres de seguridad en balcones.

– Evitar la presencia del niño en la cocina cuando se está cocinando.

– No dejar que los mangos de las sartenes u otros utensilios sobresalgan del borde de la cocina.

– Tener mucho cuidado cuando se transporten líquidos calientes por la casa; y en la mesa, evitar que el niño pueda tirar del mantel.

El niño de 1 a 3 años

En esta etapa el niño adquiere cada vez una mayor movilidad y autonomía. Como en la etapa anterior, las lesiones que se producen con más frecuencia son los golpes y caídas, pero también son frecuentes las intoxicaciones, atragantamientos, quemaduras y los accidentes de tráfico como pasajero o como peatón.

Para evitar los accidentes hay que conseguir un adecuado equilibrio entre la vigilancia y protección, y la libertad para que pueda explorar el entorno, es muy importante acondicionar el hogar para no tener que estar continuamente llamando la atención del niño. También hay que estar muy atentos cuando los niños van a otras casas (abuelos, amigos) que pueden no disponer de medidas de seguridad.

Para evitar los atragantamientos se aconseja: guardar los objetos pequeños fuera del alcance y de la vista de los niños (botones, monedas, pilas…), no darles caramelos o chicles, ni alimentos como frutos secos o que contengan huesos. Todos los juguetes deben ser adecuados para su edad y estar homologados, no dejarles jugar con bolsas de plástico ni globos.

De los 3 a los 6 años

La prevención de accidentes debe incrementarse en estas edades, tanto vigilando los elementos externos como la propia actividad de los hijos. Dada la importante movilidad y actividad física del niño y su gran curiosidad. Como en la etapa anterior, las lesiones que se producen con más frecuencia son los golpes y caídas, pero también son frecuentes las quemaduras, los ahogamientos y los accidentes de tráfico como pasajero o como peatón.

Es fundamental mostrarle los diferentes peligros en terrazas, ascensores, escaleras, piscinas, vehículos a motor… y no olvidar enseñarle con el ejemplo. Las medidas de prevención son similares a las comentadas en la etapa anterior. En el hogar es fundamental extremar las medidas de precaución en los lugares que pueden entrañar más riesgos, como la cocina, el garaje (prestar especial atención a las puertas de entrada y salida para vehículos, así como a las herramientas, productos tóxicos, etc., almacenados en este lugar como pinturas, anticongelantes…).

Damián Montero

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