Con la destrucción de la capa de ozono, ha disminuido la protección natural que nos proporciona la atmósfera contra la radiación ultravioleta del sol, por lo que los riesgos para la salud han aumentado. Entender estos riesgos y tomar algunas precauciones puede reducir las probabilidades de desarrollar problemas relacionados con el sol en el futuro.
Cuando se acerca el buen tiempo, instintivamente pensamos más en nuestra piel y comenzamos a cuidarla un poco más, para recibir adecuadamente las primeras exposiciones al sol. Pero la piel hay que cuidarla a cualquier edad y época del año, variando el tipo de productos que le apliquemos, según los diferentes tipos de epidermis.
En realidad, siempre es conveniente realizar los cuidados mínimos de higiene e hidratación de la piel. Esto debe realizarse dos veces al día por la mañana y por la noche, con limpiadores e hidratación/nutrición específicos, según el tipo de piel y la edad en que estamos; así, una piel grasa necesitará para su higiene espumosos sin jabón que limpien en profundidad, ya que tienen un poro por lo general más dilatado, e hidratantes y nutritivas por la noche, de excipiente no graso, pero con principios activos adecuados.
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Retrasar el envejecimiento de la piel
Al hablar de Medicina Estética, es frecuente que se produzca una inmediata identificación con el afán de aparentar una edad que no tenemos, o conseguir una imagen más favorable. Pero realmente, este campo de la medicina es un instrumento muy útil al servicio de la salud de nuestra piel.
Actualmente hay muchos avances dermocosméticos que nos ayudan a retrasar los procesos de oxidación celular y, por tanto, el envejecimiento cutáneo. Se trata de que el asesoramiento médico estético sirva para dar a nuestra piel los cuidados básicos y específicos según la edad y tipos de piel.
Para esto, a la hora de comprar productos para el cuidado de la piel de cara y cuello, debemos exigir que tengan los principios activos que sirvan específicamente para el problema que queremos tratar. Esta es la causa por la que bueno tener conocimientos básicos de dermocosmética y un diagnóstico personalizado y certero del estado de nuestra piel y sus necesidades. No es lo mismo tratar unas manos deshidratadas, que un cutis con manchas, la piel en el embarazo, o problemas más concretos de fotoenvejecimiento facial.
Limpieza de la piel de día y noche
Un buen cuidado de la piel se basa principalmente en una higiene básica, distinta a nivel corporal que facial y dependiendo también, como siempre, del tipo de piel.A nivel facial es imprescindible limpieza noche y día, aplicación de crema hidratante de día, y nutritiva-regeneradora de noche. A nivel corporal son aconsejables geles neutros que no irriten y una buena hidratación.
Así, al hablar de las cremas más adecuadas se puede afirmar que la más efectivas son las que están bien indicadas para un problema concreto. Actualmente hay personas que piensan que el único producto efectivo es el soluble collagen, pero esto no es así pues existen muchos principios activos, aparte del colágeno, que producen distintos efectos, como el ácido hialurónico o los péptidos miméticos, con distintas funciones, entre los que estaría el soluble collagen. Siempre dependerá de cada tipo de piel.
Cuida tu piel según tu edad
A la hora de cuidar nuestra piel o la de los niños debemos ir variando según las distintas edades de ésta. Un niño necesita un cuidado específico por su tipo de piel, utilizando para su higiene jabones neutros e hidratantes de componentes hipoalergénicos.
En la edad de la adolescencia la piel empieza a modificarse por los cambios hormonales y se definen los distintos tipos de piel, siendo necesario el tratamiento básico diario, según su tipo de piel y solucionar algún problema si surgiera, típico de esta edad, como el de la «piel acneica». Conviene hidratar la piel con texturas crema-gel, que son más ricas en agua que en grasa.
El cuidado en mujeres pasa por distintas etapas en su vida, en las que la influencia hormonal es determinante en la aparición de problemas que hay que solucionar. A partir de los 20 años estos problemas de piel suelen estabilizarse, siendo por lo general una «época dorada» con respecto a la piel de los 20 años a los 35 años, en que hay que empezar a utilizar productos más específicos para regeneración cutánea, ya que a partir de estos 30-35 años, según el tipo de la piel, empiezan a disminuir las fibras elásticas y la piel va perdiendo elasticidad e hidratación.
En cuanto a los hombres se refiere, su piel también está definida hormonalmente y posee una textura diferente. El hombre adulto realiza en su piel un peeling diario por el afeitado y necesita cremas que le aporten hidratación y de efecto antiirritante. Son buenos los compuestos con áloe vera, por su gran poder antiirritante y antinflamatorio.
En la época de más sol y en todas las edades hay que utilizar hidratación con protección solar y a partir de los 30-40 años debemos empezar con las cremas de efecto nutritivo y regenerador, por el comienzo de la pérdida de fibras elásticas.
La piel de los niños bajo el sol
Respecto a los niños, parece casi imposible que tengan un buen cuidado cara al verano. Se les pone crema una vez, pero es una odisea una segunda o tercera. Y menos, conseguir que lleven una camiseta para aquellos de piel blanca o lunares. Aunque resulte pesado, con los niños debemos siempre ser constantes e insistir en estos cuidados, que la mayoría de los padres ya conocen. Es conveniente aplicar cremas de factor alto de protección y resistentes al agua, sobre todo en niños con piel blanca y en los primeros días de sol.
En estos primeros días es aconsejable pantalla total (factor de protección 90) e ir disminuyendo conforme el niño va cogiendo color, pero manteniendo protección solar no menor de 12. Hay que ser muy insistentes los primeros días, aplicando crema cada 2 ó 3 horas.España, en cuanto a nivel científico, está a la misma altura que los países más avanzados de Europa, ya que no existen fronteras en cuanto a conocimientos de la dermocosmética y estudios de laboratorio.
Sin embargo, en nuestro país que, en Europa es uno de los que tiene más días de sol al año y, por tanto, con más problemas asociados al fotoenvejecimiento, todavía no hay una conciencia de lo nocivo que puede llegar a ser el sol sin la protección adecuada.
Vicen Ramón
Asesoramiento: Dra. Mar Mira
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