La Organización de Consumidores advierte que un formato grande, familiar o ahorro no siempre es más barato que el mismo producto en un formato pequeño. A veces puede resultar incluso más caro, por lo que merece tenerlo en cuenta en la cesta de la compra.
Para evitar engaños, OCU recomienda comparar el precio de ambos productos (el más grande y el más pequeño) por unidad de medida (por kilo, por litro, por dosis, por rollo…) En caso de que no exista ningún ahorro y se anuncie como tal, OCU anima a los consumidores a denunciar al establecimiento.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado numerosos productos disponibles en el mercado en distintos formatos y ha comprobado que, en algunos casos, los productos que se venden en envases más grandes (a veces anunciados como «formato ahorro«), no son más ventajosos en el precio para el consumidor.
Claves para evitar engaños en el formato de los paquetes
Según OCU, actualmente es posible encontrar, sobre todo en los grandes hipermercados, productos en los que el precio del formato grande no solo no es más barato, sino que incluso puede llegar a ser un 7%, un 14%, un 23% o, en el caso más extremo de los productos analizados por la Organización, hasta un 82% más caro que el formato más pequeño.
Antes de lanzarse a comprar es preciso comparar el precio de ambos productos (el más grande y el más pequeño) por unidad de medida (por kilo, por litro, por dosis, por rollo…), una información que la Organización recuerda que es obligatorio que el establecimiento indique claramente en la etiqueta del precio.
En caso de que no exista ningún ahorro real y se anuncie como tal, OCU anima a los consumidores a denunciarlo a través de la hoja de reclamaciones disponible en el establecimiento, acompañada de una foto que demuestre el engaño del producto en cuestión.
OCU recuerda, además, que algunos alimentos que se comercializan en grandes formatos (vayan o no acompañados de un precio más reducido), no siempre son más recomendables. Según OCU, el aceite de oliva, por ejemplo, va perdiendo sus propiedades organolépticas una vez abierto, mientras que los cosméticos, por su parte, pierden calidad.
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