La salud de los más pequeños es una meta a la que aspira todo padre. Su bienestar puede quitar el sueño en más de una ocasión, por ello es muy importante saber reconocer aquellos casos en donde hay que extremar las precauciones y solicitar la ayuda de un profesional para poder solventar el problema.
Una misión a la que colabora la Asociación Española de Pediatría, AEP, que por ejemplo aclara el motivo por el que algunos niños tienen fiebre de forma periódica. ¿Se mantienen las temperaturas altas todos los meses, durante varios días y casi con la precisión de un reloj, de forma que hasta se puede predecir? Entonces es posible que estemos ante un caso de PFAPA.
¿Qué es PFAPA?
El PFAPA responde a las siglas de Periodic Fever, Aftous stomatitis, Pharyngitis and Adenopaty. La traducción es la siguiente: fiebre periódica, estomatitis aftosa (llagas dentro de la boca), faringitis y adenopatía (ganglios). Ningún virus explica la aparición de estas temperaturas altas, sino de brotes autoinflamatorios, de origen desconocido.
La edad más típica de aparición es entre los 2 y los 5 años, aunque puede verse a otras edades, tanto antes como después. Es más frecuente en niños que en niñas. Aunque tiene unas características muy propias, y en particular la respuesta «mágica» al tratamiento antiinflamatorio, ya comentada, algunos defectos inmunitarios (de defensas) pueden parecerse a esta enfermedad.
Tal y como explican desde la asociación de enfermos de Fiebre Mediterránea Familiar y Síndromes Autoinflamatorios de España, FMF, durante los períodos febriles el sistema inmune de los niños con este problema se activa y produce una respuesta inflamatoria autolimitada que concluye por si sola. Junto con las altas temperaturas en el organismo aparece una inflamación de la boca o del cuello. El síntoma principal es la fiebre recurrente acompañada de dolor de garganta, llagas en la boca y aumento de tamaño de los ganglios cervicales.
En cuanto a su diagnóstico, no hay una prueba de laboratorio que certifique esta enfermedad. El examen a realizar es clínico, es decir, que se hace por el pediatra valorando los síntomas, el curso de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Hay que recordar que el PFAPA no es contagioso.
Tratamiento y pronóstico
AEP explica que el PFAPA se trata del mismo modo que las terapias que buscan la desaparición de la fiebre. Gracias a la aplicación de estas técnicas se produce una mejoría general, en cuestión de horas. Los médicos también prescribirán la administración de un medicamento antiinflamatorio, un corticoide, generalmente en dosis única por la boca.
Por su parte, FMF, explica que la enfermedad puede durar varios años. Si bien es posible que el tiempo el espacio entre episodios se va incrementando, finalmente desaparecer en la edad adulta. Los pacientes con no desarrollan daño renal a pesar de que su evolución sea larga. El crecimiento y el desarrollo del menor tampoco se ven afectados.
Damián Montero
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