El funcionamiento de un hogar precisa de muchos elementos. Desde los alimentos para preparar las distintas comidas a lo largo del día hasta los productos de limpieza que sirven para tener el hogar en estado óptimo, o los juguetes que hacen que los más pequeños de la casa disfruten. Sin embargo hay que tener en cuenta que no todos los artículos son seguros, al menos no para todas las edades.
Existen multitud de productos que pueden provocar un accidente doméstico en los más pequeños. ¿Cómo reconocerlos? Desde Facua han realizado una lista para que los padres tengan en cuenta los percances más comunes entre los niños para que los padres vigilen estas situaciones y así evitar males mayores en el día a día del hogar.
El peligro para los niños
Tal y como indican desde Facua, los niños conforman uno de los grupos de mayor riesgo. Junto con ancianos y personas que trabajan en el hogar, los menores de cinco años son los que tienen más papeletas para ser protagonistas de accidentes domésticos. Al mismo tiempo Facua también elabora una lista con los problemas que mayor frecuencia tienen:
– Heridas y hemorragias. Provocadas por el contacto de la piel con objetos cortantes y punzantes.
– Quemaduras. Causadas por el contacto con objetos a temperaturas elevadas.
– Caídas y golpes. Causadas por la precipitación del niño en escaleras o superficies a distinto nivel o el impacto con superficies duras.
– Atragantamientos. Ingesta de objetos que superan el diámetro del esófago.
– Intoxicaciones. Ingesta de productos en mal estado o productos químicos.
Cómo prevenir
Facua también ofrece varios consejos a los padres para que puedan prevenir estos accidentes en el hogar:
Heridas y hemorragias.
– Poner fuera del alcance los objetos cortantes o punzantes.
– Colocar los cuchillos en los cajones con las puntas hacia dentro, y no utilizarlos para otros trabajos (destornillador).
– Revisar los platos y vasos rotos.
– Guardar las cuchillas de afeitar en un lugar distinto de otros utensilios del cuarto de baño, como peines, cremas, etc.
Quemaduras.
– Colocar protecciones en los objetos calientes y que resultan accesibles.
– No sobrecargar los enchufes eléctricos.
– No fumar en la cama.
– Utilizar guantes para coger objetos calientes.
– Los mangos de sartenes no deben sobresalir del mueble de la cocina.
– Alejar a los niños de la cocina mientras se prepara la comida.
– Manipular con cuidado productos peligrosos: petardos, ácidos, etc.
– Manejar con cuidado el uso de velas.
Caídas y golpes.
– Mantener el suelo libre de obstáculos.
– Evitar tener las superficies resbaladizas.
– En el cuarto de baño, usar alfombrillas para no resbalarse.
– Revisar las barandillas de las escaleras para que estén a la altura correcta.
– No utilizar escaleras defectuosas ni sillas para acceder a lugares altos.
Atragantamientos.
– Evitar que los niños de corta edad jueguen o manipulen objetos pequeños o piezas que puedan desmontarse (botones, canicas, ojos de peluches…).
– Al comer, hay que llevarse a la boca trozos más pequeños de comida y masticarlos lentamente, no engullir.
– No hablar con la boca llena, porque la comida puede pasar a las vías respiratorias.
Intoxicaciones.
– Guardar todos los productos en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños.
– Los medicamentos deben guardarse en un botiquín.
– Mantener los productos en sus envases originales.
– Seguir las instrucciones de uso que aparecen en las etiquetas.
– No almacenar juntos distintos tipos de productos (alimentos, tóxicos, etc.).
Damián Montero
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