Los problemas entre hermanos los deben solucionar ellos, excepto si son graves, entonces debemos intervenir. Dedicar tiempo a solas a cada hijo, atendiéndoles con exclusividad en determinados momentos, para que sientan que estamos por ellos y demostrar que les queremos y decírselo son recomendaciones que podemos poner en marcha los padres para que se lleven mejor.
Una buena forma de analizar los conflictos será que se comuniquen entre ellos, que los hermanos hablen de sus diferencias y que se digan lo que no «aguantan» el uno del otro. Llevar un control de los motivos de las peleas nos puede hacer descubrir, tanto a ellos como a nosotros, los padres, el verdadero origen y las causas que las suscitan.
Analizar si alguien de la familia tiene inconscientemente algún trato diferencial por el otro hermano. A veces ocurre que hacemos cosas que él o ella perciben como una preferencia por el otro. Esto no significa que debamos renunciar a dar muestras de cariño al hijo «causante» de los celos.
12 ideas para prevenir los celos entre hermanos
Probablemente no podamos evitar que nuestros hijos sientan celos, pero sí podemos prevenir situaciones preocupantes:
1. No tratar a todos los hijos del mismo modo, sino a cada uno según sus necesidades y en función de su forma de ser. Lo que hicimos con uno, puede que no sirva con otro; lo que para uno fue positivo, para otro puede resultar negativo.
2. Fomentar que cada hijo tenga un ámbito propio donde se sienta valorado y tenga éxito. Por eso, no tenemos que empecinarnos en que hagan las mismas actividades, sino al contrario, debemos promover que cada uno triunfe en su ámbito. Si uno destaca mucho en un deporte, no sería bueno que el otro practique el mismo si no tenemos la certeza de que también va a destacar; de esa manera, evitamos las comparaciones.
3. Nunca hacer comparaciones entre ellos. Estaremos fomentando la rivalidad y la envidia.
4. Hacerles ver las ventajas de tener hermanos. Prestan ayuda y compañía, podemos jugar con ellos, son buenos confidentes*
5. Dar ejemplo. Si los padres se pelean delante de sus hijos, ellos estarán aprendiendo a pelearse.
6. Buscar aspectos en los que los hermanos puedan colaborar: ayudas académicas, hacerse cargo de algo en común, colaborar a la hora de comprar un regalo para otro miembro de la familia, ahorrar conjuntamente para un mismo proyecto*
7. Tener nosotros buena relación con nuestros hermanos. Si ellos perciben que nuestros vínculos fraternos no son buenos, no tendremos fuerza moral para enseñarles a convivir con sus hermanos.
8. Hacer siempre las correcciones a solas.
9. Tener en cuenta que las envidias fraternas son más fuertes cuando los padres están muy pendientes. Hay que saber guardar distancias sabiendo permanecer al margen cuando la situación no sea alarmante. Generalmente, cuando los padres no están, los hijos se pelean menos.
10. Cuidar la forma de actuar de otros miembros de la familia como abuelos, tíos, padrinos*, que puede fomentar los celos entre los hermanos. «Ser la preferida del abuelo» o «el enchufado del tío», pueden convertirse en elementos que distorsionan la convivencia fraterna.
11. Educarles en la generosidad. Se es más feliz compartiendo.
12. Distribuir encargos entre todos los miembros de la familia según la edad. Así percibirán el hogar como algo común donde se vive mejor si todos colaboran.
Pilar Guembre. Pedagoga
Carlos Goñi. Profesor de filosofía
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