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Cómo combatir el estrés en las familias intergeneracionales

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Cómo prevenir el estrés en familias multigeneracionales.

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Cada familia es distinta. Algunas están compuestas de unos padres y sus hijos, en otros casos son más parientes los que viven en dicho hogar. Un ejemplo son los núcleos en donde conviven abuelos y nietos, junto a los progenitores de estos últimos. Si bien son muchas las ventajas de esta tipología, tampoco se pueden obviar algunos problemas derivados de la convivencia.

La presencia de tantas personas en un espacio tan pequeño puede dar lugar a estrés. Una sensación que se puede ver acrecentada por las diferencias entre las generaciones que conviven en esta familia. Saber manejarse en estos contextos ayudará a sacar el máximo provecho de este tipo de hogares y lograr aprovechar las ventajas que se ofrecen.

Reducción de los estereotipos

Tal y como indica el trabajo de la Universidad de Valencia, Envejecimiento Activo y Solidaridad Intergeneracional: Claves para un Envejecimiento Activo, el primer paso es reducir los estereotipos entre las distintas generaciones que conviven. En ocasiones, el estrés aparece por conflictos derivados de malentendidos. Por un lado, los mayores sienten que las cosas han cambiado y no se adaptan a este entorno en donde ahora viven.

Por otro lado, las nuevas generaciones son mucho más activas y ven a los mayores como una carga que no pueden seguirles el ritmo. Sin embargo, ambos conceptos son falsas apreciaciones que actúan a modo de clichés e impiden que todos los miembros del hogar puedan conocerse y por tanto conocerse para aprovechar todas las ventajas que pueden ofrecerse.

¿La solución? Un envejecimiento «en positivo«. Es decir, afrontar esta nueva etapa con una buena actitud tanto por parte de los abuelos que forman parte de estas familias intergeneracionales, como por el resto de miembros. Un primer paso para este fin es el de implicar a todos en actividades conjuntas en donde puedan ofrecer lo mejor de ellos y de esta forma verse como un equipo.

El objetivo de estas actividades es el de buscar un beneficio común y no el individual. Por un lado, los mayores se sentirán integrados dentro de esta familia y comprobarán que su concepción de que ya no son útiles es falsa. Por el otro, los nietos verán todo lo que pueden ofrecerles sus abuelos y que el estereotipo de que ya no son útiles es una visión errónea.

Fortalecer relaciones

¿Cómo fortalecer las relaciones intergeneracionales? Son varias las ideas que se proponen con este fin:

Proyectos conjuntos. Pensar en un proyecto a largo plazo es una gran idea. Un ejemplo es mantener una planta de la que puedan sacarse algunos frutos. También existen gimnasios en donde todos los miembros de una familia intergeneracional puedan integrarse.

Intercambios de conocimientos. Muchas son las vivencias que tienen los abuelos y que pueden servir de lección para los más pequeños. Por otro lado, los nietos, nativos digitales, pueden ayudar a que los mayores conozcan de primera mano las nuevas tecnologías del S.XXI.

Apoyo emocional. Los malos momentos son menos tristes si se pasan junto a personas queridas al lado. Tanto los más pequeños pueden servir de refuerzo positivo, contagiando sus energías a sus abuelos, como estos últimos a animar a no rendirse y a mostrar su orgullo ante las metas conquistadas.

Damián Montero

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