Prestan una gran ayuda, se les reconoce de manera fácil y poco se conoce de su verdadera función. Desde sus sillas, los socorristas vigilan que todo marche correctamente y actúan ante situaciones de emergencia para evitar que estos problemas vayan a peor. Pero, ¿hasta dónde alcanzan sus responsabilidades, hasta qué punto se les puede exigir?
En el caso de las familias, es importante conocer cuáles son las funciones del socorrista para evitar cederle todas las responsabilidades del cuidado de los más pequeños. Coordinarse con estos profesionales ayudará a que las sesiones de verano en piscina o en playas sean lo más tranquilas posibles y evitarán grandes problemas durante estas jornadas.
Obligaciones del socorrista
¿Cuáles son las responsabilidades del socorrista? ¿Qué debe hacer y dónde se enmarca su límite? Estas personas se consideran técnicos en salvamento y ésta es su principal obligación, que no pueden desatender en horas de baño. Su principal misión es la de no abandonar el puesto de vigilancia bajo ningún pretexto, excepto en caso de atender a un accidentado o en un relevo.
En definitiva, debe vigilar, controlar y atender a todo bañista que necesite su ayuda. Pero entre sus funciones no se incluyen, por tanto, vigilar a los niños mientras los padres se bañan. Desde Das Seguros explican que el técnico en salvamento puede ser responsable de la comisión de un delito si bien no ayuda a una persona desamparada, o si no pide ayuda cuando él mismo no puede prestar auxilio.
Del mismo modo, en el caso de ser negligente en su actuación, y si el bañista se ve afectado por una lesión o incluso por la muerte, también sería acusado de un delito y podrían inhabilitarlo. Por otra parte, en caso de que fuera de la instalación que el socorrista debe vigilar se produjera una situación de riesgo para la salud o la propiedad, como peleas o robos, no podrá abandonar su puesto para intervenir, debiendo avisar a otra persona encargada de la vigilancia y control de esas zonas.
La labor de la familia
Si bien el socorrista debe atender a los bañistas y evitar sobresaltos y problemas mayores, los padres también tienen la misión de atender a sus hijos para que no exista ningún accidente dentro del agua. Desde la Asociación Española de Pediatría se brindan los siguientes consejos para que no existan estas situaciones:
– En piscina privada se recomienda el uso del vallado de seguridad, que se ha demostrado puede disminuir las muertes por ahogamiento hasta en un 95%. No obstante ningún sistema puede reemplazar la vigilancia de los padres o cuidadores del niño o la niña.
– No desatender en ningún momento a los niños. Los padres siempre deben tener un ojo puesto en sus hijos y de esta forma evitar los accidentes como caídas o que los pequeños avancen hacia las zonas más profundas de la piscina o playa.
– Tener en cuenta la edad y las características de los niños antes de permitirle participar en distintas actividades acuáticas y que siempre porten los elementos de seguridad recomendados.
– Respetar la señalización. Si las banderas de la playa indican que el baño no es recomendado, los padres deben asegurarse de que sus hijos no se acercan a la orilla. Cualquier otra señal que aconseje mantenerse lejos del agua también tendrá que ser respetada con el fin de evitar accidentes.
– Evitar los baños en zonas no vigiladas como por ejemplo la orilla de algún río o en acequias que no sean zonas habilitadas para este fin.
Damián Montero
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