Las aulas de muchas zonas del país se enfrentan a un grave problema que afecta a multitud de estudiantes: el acoso escolar. A menudo se relaciona esta situación con una agresión física, sin embargo la víctima también puede sufrir uno de estos casos a nivel psicológico, un contexto que es más difícil de detectar al no haber pruebas visuales que alerten a padres, profesores o compañeros.
¿Cuál es la situación real del acoso psicológico en España? Para dar respuesta a esta pregunta, la ONG Save the Children ha realizado la primera encuesta entre niños, niñas y jóvenes de entre 10 y 17 años sobre las distintas formas de violencia que sufren en su día a día.
El 82% ha sido testigo de acoso
El primer dato que sorprende de esta encuesta es que el acoso escolar forma parte del día a día de los estudiantes. El 82% de los participantes en este trabajo reconoce haber sido testigo de algún tipo de bullying en persona: el 72% afirma haber visto cómo un compañero se burlaba de otro, el 55% cómo un alumno pegaba a otro, el 54% haber visto cómo se le retiraba la palabra a otro y el 48% haber visto cómo se iniciaban rumores falsos sobre otro estudiante del centro.
El 26% de los encuestados también ha sido testigo de algún caso de ciberacoso. El 22% reconoce haber recibido una fotografía vejatoria de un compañero o algún tipo de contenido que buscaba burlarse de otro. El 17% señala haber visto este contenido a través de redes sociales.
Save the Children también se ha interesado por la situación de los estudiantes y si sufren algún tipo de bullying. El 52% de los encuestados afirma haber sufrido algún de violencia o humillación. La burla también es el tipo de acoso que más afirman haber recibido como «sufrida personalmente» (34%). En segundo lugar aparece la difusión de falsos rumores o mentiras (28%).
La violencia física queda como el tercer tipo de acoso que más afirman sufrir los encuestados (22%). Que un compañero les haya dejado de hablar (18%) y los insultos reiterados (17%) son las restantes formas de acoso escolar que más reconocen haber padecido los participantes en este estudio. Por último, el 7% ha sido víctima de ciberbullying.
El 23% ha participado
Esta encuesta también ha recabado información sobre la figura de los estudiantes como acosadores. El primer dato que llama la atención en este sentido es que casi uno de cada cuatro niños reconoce haber participado en algún tipo de acto de violencia o humillación a otros compañeros.
De nuevo, la burla aparece como la forma de acoso en la que más se participa por parte de los encuestados (11%). La violencia física queda en segundo lugar (9%), retirar la palabra a un compañero en tercera (8%) y realizar insultos reiterados en cuarta (5%). Save the Children también se ha interesado por las víctimas y cuál es el perfil de la víctima.
En un 64% de los casos la víctima era un alumno con sobrepeso o gafas, en el 47% un individuo con algún problema físico, en un 30% un alumno con una discapacidad y en un 24% compañeros que hablan otro idioma. Este trabajo también ha servido para mostrar cómo los jóvenes han tomado conciencia sobre la importancia de denunciar estos casos, tanto en los que son testigos como en los que tienen el rol de víctima.
El 75% de los testigos de acoso escolar contó a un adulto el caso que había presenciado y el 71% de los mismos reconoció que esta decisión sirvió de algo. En cuanto a las víctimas, el 93% de ellas lo ha contado a alguna de las personas de su alrededor. De todos ellos, el 84% acudió a sus padres para hacerles saber su situación, el 48% a uno de sus profesores y el 38% a sus amigos.
Otras figuras a las que la víctima ha contado su problema son otros familiares distintos a los padres (10%) o al profesional (9%). En estos casos, el 86% de los encuestados reconoció que sirvió de algo contarlo a estas personas mientras que el 14% de los mismos no vio resultado por esta decisión.
Damián Montero
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