Los datos del Eurostat lo dejan a las claras, España es el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de fracaso escolar. Tan solo Malta supera las cifras de nuestro país en este terreno. Durante el 2017, dentro de nuestras fronteras, el 18,3% de los jóvenes de entre 18 y 24 años abandonaron de forma prematura sus estudios, habiendo completado como máximo el primer ciclo de Educación Secundaria.
Ante esta situación muchos son los organismos que se centran en paliar estos efectos y tratar de remediar este contexto. Es el caso de Fundación Alisio y el Hospital Universitari Dexeus, quienes han puesto en marcha un programa con el que pretende reconocer los primeros síntomas que puedan propiciar el fracaso escolar y de esta forma tratarlos.
Dificultades de aprendizaje
Entre los síntomas que se pretenden detectar destacan trastornos del aprendizaje como la dislexia o la discalculia; trastornos del lenguaje u otros trastornos neuropsicológicos como el Trastorno por Déficit de Atención con o sin hiperactividad (TDHA) que, si se suman a situaciones socioeconómicas complejas, familias desestructuradas etc. pueden dañar el crecimiento personal y educativo del niño.
«El objetivo de este proyecto es ayudar a niños con condiciones complicadas a nivel cognitivo a través de la identificación y tratamiento de choque del trastorno pero también formar a los educadores para seguir la evolución del niño una vez acabe el proyecto», explica el presidente de la Fundación Alisio, Pablo Garriga.
Dicho programa ya ha sido puesto en marcha durante el curso 2017-2018 con un total de 44 alumnos de un colegio barcelonés. Esta prueba piloto ha tenido distintas fases, la primera de ella ha prestado atención a las características propias de cada niño y detectar posibles trastornos que se traduzcan en dificultades de aprendizaje.
Tras detectar estos problemas se informó a los padres sobre la situación de los hijos y se inició la segunda fase de esta prueba piloto. En esta parte, se puso en marcha una terapia grupal durante 10 semanas. Pablo Garriga destaca que esta primera prueba ha ofrecido resultados interesantes y podría servir para adaptar el itinerario escolar a las necesidades de los niños, como por ejemplo la posibilidad de realizar exámenes escritos para estudiantes con dislexia.
Mejorar el rendimiento escolar
Si bien trastornos como la dislexia o el TDAH pueden influir en el rendimiento escolar, hay otros muchos factores que también pueden influir en este sentido. Estos son algunos consejos para evitar que el alumno fracase dentro de su vida académica:
1. Indagar y averiguar la causa del bajo rendimiento. Observar al niño y hablar con él puede ayudar a dar con la causa del bajo rendimiento: dificultad en la vista, problemas con algún compañero, etc.
2. Crear una rutina de estudio que contribuya a la consolidación del hábito.
3. Educarles para desarrollar su responsabilidad y su capacidad de esfuerzo. Es importante que desde pequeños se les enseñe a ser responsables y a esforzarse para lograr sus metas.
4. Emplear la disciplina positiva y un nivel de exigencia adecuado.
5. Proponerles objetivos que supongan un reto, pero que sean asequibles. Si el alumno ve que es capaz de cumplir ciertos objetivos, recibirá motivación para seguir adelante.
6. Enseñarles diferentes técnicas de estudio y elegir aquellas que se ajusten a sus características.
Damián Montero
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