Toda persona se mueve por distintos entornos en su día a día. Distintos ambientes que influyen de diversas formas. En el caso de los más pequeños a lo largo de cada jornada pasan por varios escenarios que abarcan desde su habitación, pasando por el colegio hasta los recintos en donde realiza las actividades extraescolares.
Dentro del colegio hay que destacar que los niños pasan tiempo tanto dentro de las aulas como fuera de ellas en el recreo. Y, aunque no suelan pasar siquiera una hora en este entorno, el entorno del patio escolar influye en los más pequeños e incluso repercute en sus notas tal y como muestra un nuevo estudio realizado por la Universidad de Oregón.
Los niños necesitan el recreo
William Massey, autor principal de esta investigación, destaca que si bien ha quedado demostrada la importancia del recreo a lo largo de los años, no hay que reducir el discurso a la necesidad de tenerlo o no. Hay que destacar la influencia de este entorno y que la organización del mismo puede tener grandes beneficios o por el contrario dar lugar a consecuencias negativas en los pequeños.
Para analizar los efectos de estas áreas en los más pequeños los investigadores analizaron 649 recreos al aire libre repartidos a lo largo de 495 escuelas. En todos ellos apreciaron que estas zonas escolares servían para que los más pequeños desarrollaran distintas actividades, desde la potenciación de habilidades sociales hasta ejercicios físicos a través de prácticas deportivas.
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Sin embargo, los investigadores también detectaron que durante los 20 minutos de recreo es posible que sucedan altercados como peleas entre alumnos. Cuando sucedían estos eventos, el ánimo de los más pequeños era menor y por tanto mostraban una menor predisposición a atender en clase, lo que a la larga repercutía en sus notas escolares.
Es aquí en donde el equipamiento del recreo entra en juego. Aquellos colegios que contaban con profesionales para mediar entre los alumnos e intervenían en estas peleas, contaron con mejores resultados a nivel académico. También hay que destacar la importancia de este tiempo en el patio escolar como un momento para desconectar después de tantas horas de clase.
Los colegios que presentaban mejores instalaciones y que por tanto permitían una evasión mental, consiguieron que tras este descanso los alumnos presentasen una mayor atención durante las siguientes horas lectivas. Los investigadores ahora indican que el siguiente paso es ampliar la muestra para seguir recabando datos sobre esta influencia para poder usarla a favor del rendimiento académico.
El equipamiento del recreo
Este no es el primer estudio que resalta la importancia del recreo como entorno que influye en los más pequeños. Desde la Academia Americana de Pediatría se señala los beneficios que tiene para los más pequeños de la casa un patio verde. Este organismo estadounidense ha realizado este informe a partir de los datos que les han aportado distintos centros escolares.
Esta información atendía al tipo de patio escolar y al estado de los alumnos: salud cardíaca, nivel de estrés, obesidad, presencia o no de deficiencias en la atención. Aquellos recreos de colegio que contaban con elementos como espacios verdes con vegetación, huertos o que apostaban por clases al aire libre contaban con niños con un nivel de estrés menor al de la media. Al mismo tiempo, estos centros tenían un nivel reducido de menores obesos y un mayor nivel de atención por parte de los estudiantes que acudían a estos centros.
Los investigadores señalan que por ejemplo el hecho de ver un espacio verde es ya de por si un elemento menos estresante que ver largas pistas deportivas de cemento. «Muchos niños carecen de áreas escolares de calidad. En muchos vecindarios, el espacio estándar donde juegan es un parque estéril de asfalto o un trozo de concreto cercado con una valla metálica, un ambiente completamente inadecuado para que los niños jueguen», explica el doctor Stephen Pont, uno de los autores de este estudio.
Damián Montero
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