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Los selfies pueden causar una imagen distorsionada de la propia cara

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Los selfies pueden hacer creer que se tienen rasgos que no existen.

ISTOCK

Las nuevas tecnologías están presentes de muchas formas, tantas como cambios en nuestra vida se han producido. No solo porque estamos conectados 24 horas gracias a internet, sino porque por ejemplo con la fotografía digital se ha dicho adiós a elementos como los carretes y a labores como el revelado. Hoy cualquiera puede tomar una imagen de un paisaje o de sí mismo y transmitirla en un instante.

No hay más que ver cómo los selfies se han convertido en una actividad cotidiana de los jóvenes que en salidas junto a sus amigos, viajes e incluso en casa, aprovechan para realizar una foto de su cara y compartirla con sus compañeros. Pero cuidado con estas imágenes, pueden distorsionar el concepto que se tiene de uno mismo tal y como indican en un estudio publicado en JAMA Facial Plastic Surgery.

Efecto casa de la risa

Las conclusiones de este estudio señalan que reconocerse en la imagen de un selfie causa un efecto similar al de fijarse en un espejo de una «casa de la risa». Estos reflejos suelen mostrar deformaciones que no se ajustan a la realidad del cuerpo, algo que suele ocurrir también al recurrir a la cámara frontal del móvil.

De media, un selfie, recoge en torno a 12 pulgadas de la cara. Este hecho hace que la base de la nariz parezca en torno a un 30% más ancha y la punta de la misma un 7% ancha que si la fotografía hubiera sido realizada con la cámara estándar y a una distancia de retrato estándar de un metro y medio de distancia.

Estas son las exigencias para que una fotografía represente el cuerpo tal y como es en realidad. Por este motivo el selfie da una imagen distorsionada de lo que en realidad es, al presentar rasgos más anchos, la persona puede pensar que tiene unos kilos de más y pensar que precisa de una dieta. Algo que a la postre es susceptible de derivar en problemas más serios como anorexia o bulimia.

El significado del selfie

Un selfie es mucho más que sacar una foto de uno mismo. Un estudio realizado por la Universidad de Birminghan señala que estas imágenes se relacionan con una personalidad egocéntrica y que exige un reconocimiento constante por parte de la sociedad. En otros casos también se relaciona con una baja autoestima que busca la aprobación de otras personas al publicar este contenido en redes sociales.

Los investigadores congregaron a 500 usuarios de redes sociales para preguntarles qué tipo de contenido subían a esta plataforma. Al mismo tiempo tuvieron que contestar a un test de personalidad para comprobar las características de estas personas en este terreno. La mayoría de aquellos que publicaban estos selfies presentaban rasgos de personas narcisistas y un escaso sentido de la intimidad.

Estas personas también demostraron menos habilidades para relacionarse en persona, por el contrario prácticamente vivían en un ambiente virtual en donde desvelaban numerosos detalles de su día a día. Además, sus rasgos narcisistas también trababan sus posibilidades de entablar amistades con otras personas. Tal y como destaca el centro de adicciones Rosello, estos individuos presentan los siguientes inconvenientes:

– No escucha, sólo oye para ver cómo destaca. Mientras ignora el comentario del otro.

– Suele ser egoísta, estar interesado en su propio bien. Si es generoso, generalmente es por propios intereses.

– Las reglas no aplican a su persona

– Intolerancia a las críticas. Cualquier pequeña crítica negativa lo enfada.

– No aceptan responsabilidades.

Damián Montero

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