Ser padre supone enfrentarse a una multitud de términos que parecen explicados en otros idiomas. Muchas son las cosas que hay que aprender para aprender a cuidar de los hijos y que en ocasiones no se alcanzan a entender. Un ejemplo puede ser oír hablar de la terapia creaneosacral, ¿en qué consiste? ¿Qué niños deben ser objeto de estas prácticas?
Tal y como explica la osteópata María Ángeles Paredes apostar por esta terapia tras el nacimiento es una buena idea para poder estimular el movimiento respiratorio primario en los bebés. Informarse sobre la idoneidad de esta práctica durante el embarazo y una vez se haya producido el parto, apostar por ella, y de esta forma crear patrones de respiración hasta la edad adulta.
Cómo y cuándo aplicarla
María Ángeles Paredes destaca que recurrir a la terapia craneosacral después del nacimiento es una buena decisión, sean cuales sean las circunstancias en las que se haya producido el parto. Se recomienda que antes de aplicar la primera sesión, se dejen pasar unas 48 horas después del parto. Pasado este tiempo, los padres podrían empezar con esta práctica, siempre con el consentimiento del médico que ha seguido el alumbramiento.
Esta osteópata destaca que la modulación del cráneo en niños tiene una gran relación con el momento del parto. La fuerza de las contracciones tiene una gran influencia, por ejemplo si el parto es demasiado largo se ejercerá una fuerte presión que crea tensiones en la cabeza del bebé, por el contrario, si este evento se produce con rapidez, la testa del pequeño no se moldeará de manera adecuada.
Al nacer, los huesos del cráneo no están unidos, sino que flotan para facilitar el paso de la cabeza del bebé a través del canal de parto. Por ello, se recomienda, en especial, la utilización de la terapia creaneosacral en partos difíciles donde la masa ósea del cráneo el bebé haya podido sufrir:
– Fórceps
– Cesárea
– Vuelta de cordón
– Ventosas
– Nalgas
– Posicionamiento incorrecto.
Cuidados en la cabeza del bebé
La terapia creaneosacral es solo otro ejemplo de cómo se puede cuidar una de las zonas más sensibles del bebé, su cabeza. Estos son otros consejos para mantener en un estado óptimo la testa de los más pequeños:
– Observa si tu hijo tiene un tamaño anormalmente grande o pequeño de la fontanela que puede ser reflejo de una enfermedad, al igual que el cierre temprano o muy tardío.
– La fontanela no requiere cuidados especiales y no pasa nada por tocarla.
– Lo normal es que la fontanela se cierre antes en los niños que en las niñas y de media ocurre entre los 13 ó 14 meses.
– Si se da un pequeño golpe en la cabeza no hay que alarmarse en exceso, ya que la fontanela evita que la presión se concentre dentro del tejido cerebral.
– El tamaño de la cabeza no va unido a la capacidad intelectual; lo que ocurre es que si la cabecita se cierra demasiado pronto, el cerebro no tiene espacio para crecer y podría provocarle en éste una serie de problemas.
Damián Montero
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