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Por qué nunca deberías fomentar la competición entre tus hijos, ¡ni siquiera en el juego!

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Si tienes más de un hijo, es muy probable que en algún momento hayas dicho cosas como estas: «A ver quién se pone antes la ropa». «El que recoja antes los juguetes, gana». «Tu hermano está a punto de terminar los deberes y tú todavía estás a medias. ¡Te va a ganar!». Son frases muy eficaces, con ellas logras que hagan esas cosas que tanto les cuestan. Pero estas frases no son inofensivas, y tienen un importante efecto secundario: fomentan una relación competitiva entre tus hijos.

Cada vez que las usas estás diciendo: «a ver si eres mejor (más rápido, más aplicado, más ordenado) que tu hermano». De pronto la relación entre ellos deja de ser una relación solidaria y se convierte en una relación de competidores. «Tengo que hacerlo, quiero ser mejor que mi hermana», piensa tu hijo.

La competitividad alimenta los celos entre hermanos

Muchas familias sufrimos los problemas de celos entre nuestros hijos. Los celos son una competición por el amor y la atención de los padres, y suelen tener un componente agresivo: hermanos que pelean, se fastidian, se agreden… Intenta no fomentar nunca las relaciones de rivalidad porque cada vez que lo haces estás reforzando los celos en tu casa.

Qué tipo de relación quieres que tengan tus hijos entre sí

La relación entre hermanos

Las relaciones fraternales son complejas. Hay hermanos que se pelean constantemente; otros que alternan el amor y el odio; algunos se ignoran mutuamente; hay quienes se llevan genial desde el principio.

Todos los padres queremos que nuestros hijos sean, por lo menos, buenos compañeros. Que la convivencia entre ellos sea agradable, que no se saquen los ojos a diario. Cada vez que fomentas la competición, estás convirtiéndolos en rivales por unos minutos.

Les estás dando a tus hijos este mensaje: «Papá y mamá me animan a competir con mi hermana, a ganarla y a ser mejor que ella». ¿De veras es esa la relación de hermanos que quieres entre ellos?

Sustituye las estrategias de competición por las de colaboración

Enséñales juegos en equipo. Cuando estéis en el parque puedes esconder algo y animarles a encontrarlo como si fuera un tesoro. El tesoro solo será de ellos si saben buscarlo cooperando.

Que hagan las tareas del hogar juntos. ¿Habéis recogido la mesa en cadena alguna vez? Se hace una fila desde el comedor hasta la cocina, y los platos van pasando de uno a otro. ¡Es divertido y además terminarán rápido!

Invítales a que te hagan un regalo colectivo. ¿Va a ser tu cumpleaños? Pídeles que te hagan un dibujo entre todos. Diles que es importante para ti que cada uno se exprese como quiera, y que quieres ver la «huella» de cada uno de ellos en el dibujo.

Construcciones en colaboración. ¿Les gusta hacer construcciones? En lugar de pelear para ver quién hace la construcción más chula (más grande, más bonita, etc.), anímales a que hagan una mega-ciudad donde haya construcciones de todo tipo: grandes y pequeñas, bonitas y feas, altas y bajas.

Cada vez que veas que tus hijos compiten, puedes decir: «En esta familia no competimos entre nosotros». Poco a poco se darán cuenta de que los padres no apoyan ese tipo de conducta e irán encontrando otras maneras de relacionarse, más respetuosas y cooperativas.

Amaya de Miguel. Autora del curso online ¡No más peleas entre hermanos! y fundadora de la escuela para padres Relájate y educa

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