Muchas son las cosas que debe aprender un niño a lo largo de su desarrollo. No solo en materia escolar, además de las destrezas que enseñan las Matemáticas y otras asignaturas como Historia, también hay que interiorizar otras habilidades. Lo bueno de este proceso es que no tiene por qué ser aburrido, hay muchas actividades y juegos que pueden servir como la mejor lección teórica.
Entre todas las habilidades que debe aprender el niño está el autocontrol. Una destreza que por supuesto también puede aprenderse a través del juego y otras actividades. Estas son algunas propuestas que realiza la Fundación Understood para conseguir que los niños desarrollen esta destreza mientras se lo pasan bien.
Ideas para desarrollar el autocontrol
¿Divertirse y aprender es posible? Desde luego que sí, cualquier tarde junto a los hermanos, cualquier salida al parque junto a otros niños de su edad, puede ser aprovechada para desarrollar el autocontrol.
Dejar que el niño planee.
¿Qué mejor forma de que el niño tome el control, tanto de él mismo como del resto, que hacerlo responsable? Permitir que los hijos decidan y hacerlos los jefes es una buena idea, ellos se encargarán de cumplir las normas y hacerlas cumplir. Por ejemplo, si el niño decide hacer manualidades, él debe asegurar que todos los participantes tengan los materiales y revisar que todo vaya de forma adecuada.
Trabajo en equipo.
La familia es un equipo y la mejor forma de demostrarlo es organizar una actividad en conjunto. Piensa en un plan donde todos tengan que participar y haya un rol que asumir. Por ejemplo, un teatrillo familiar en donde todos tengan un papel. De esta forma el niño aprenderá a calmarse y a ejercer esta misión tan especial que se le ha asignado y que debe cumplirse para lograr el objetivo.
Invitarlo a que narre sus aventuras.
Una visita a casa de los abuelos, o una reunión con sus amigos puede ser una buena forma de que los niños aprendan a controlarse y recordar todo lo que debe contar a sus conocidos o parientes. Al mismo tiempo los hijos tendrán que saber escuchar al resto cuando no sea su turno de palabra.
Cooperación antes que competición.
Si un niño tiene problemas de autocontrol, siempre es mejor dejar que coopere antes de que compita. Si debe colaborar con otros compañeros será más fácil que apacigüe sus nervios para recordar cuál es su tarea. En el otro caso se sentirá en la obligación de conseguir la victoria a cualquier precio dejándose llevar por sus emociones.
Juegos de control.
El pollito inglés, el juego de las sillas, Simón dice. Todos estos juegos tienen en común que los niños deben cumplir con un objetivo, quedarse quietos o hacer efectiva una orden, si quieren tener éxito. Una buena lección sobre lo que significa el autocontrol en niños.
Damián Montero
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