Un smarthpone es una responsabilidad que adquieren los jóvenes y que supone la asunción de una serie de normas. Y no es para menos, internet es un mundo que aunque parezca privado, puede suponer la apertura de ventanas a miradas indiscretas o el ejercicio de prácticas que en la vida real no se realizarían. Es el caso del envío de fotografías y vídeos íntimos a los contactos.
Esta práctica conocida como sexting tiene serias consecuencias. Un ejemplo es cómo una fotografía enviada a un contacto, puede ser remitida a otras personas y al final transmitirse a lo largo de muchos terminales. Otro riesgo es el hackeo del smartphone que puede dar acceso a este contenido íntimo a desconocidos. Peligros que parecen no ser apreciados por los jóvenes y muestra de ello es que el número de adolescentes que realizan estas actividades ha aumentado.
El móvil por encima del ordenador
Sobre sexting habla el meta-análisis publicado la revista JAMA Pediatrics. En él queda patente cómo un número considerable de menores de 18 años practican o han participado en estas actividades durante algún momento de su juventud. Más en concreto, 1 de cada 7 participantes ha enviando material sensible y 1 de cada 4 lo ha recibido.
Por plataformas, el smarthpone se impone al ordenador como plataforma a través de la que realizar el sexting. La edad en donde más se producen estas actividades, es el tramo que abarca entre los 15 y 16 años, mientras que el comienzo se realiza hacia los 12. Un resultado que muestra cómo se ha adelantado el momento en el que los jóvenes empiezan a enviar estos materiales.
Una situación que se relaciona con la reducción en la edad a la que los hijos reciben su primer smartphone. Hacia los 12 años, el 75% de los menores ya cuenta con un smartphone, según datos del Instituto Nacional de Estadística, INE, cifra que a los 13 años crece hasta el 83,2% y hasta el 94% a los 15 años. Edad en la que más presente está el sexting en los menores de edad según este meta-análisis.
Prevenir el sexting
La mejor forma de no vivir estos peligros es prevenir y para ello nada mejor que la educación. Los padres deben tener una charla con sus hijos sobre los riesgos y sobre la responsabilidad que tienen en sus manos. Estos son algunos consejos que se ofrecen desde Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación:
– Hacer hincapié en la prevención e inculcar en los menores una cultura de la privacidad. Conseguir que los menores sean conscientes de los riesgos existentes al exponer datos personales públicamente y valoren la intimidad.
– Hablar con ellos de forma razonada sobre estos temas, debatiendo los riesgos posibles poniendo como ejemplo casos de actualidad a la vez que se genera un ambiente de confianza que facilite que el menor exponga sus ideas y problemas y así reflexione sobre las posibles consecuencias.
– Trasladar a los hijos la confianza suficiente como para que, ante una incidencia en la internet, recurran a la opinión experta de un adulto.
– Informarse sobre sistemas de control parental e implantarlos para evitar problemas derivados del sexting.
Damián Montero
Te puede interesar: