Los amigos son una parte importante en el desarrollo de toda persona. Estos familiares con los que no se comparte apellido ayudan a fomentar distintas habilidades, desde la empatía hasta el trabajo en equipo, además de ofrecer todo un abanico de actividades con las que divertirse. No es de extrañar que aquellos padres que ven que su hijo no cuenta con uno de estos círculos se preocupen por dicha situación.
¿Qué ocurre para que el niño no pueda crear su propio grupo de amigos? Desde la Fundación Understood se ofrecen una explicación a esta situación desde el punto de vista de las dificultades de aprendizaje. Un prisma que deja a las claras que el problema no es la personalidad de los más pequeños sino estas trabas.
Impacto en las relaciones sociales
Este organismo explica que las dificultades en el aprendizaje no solo afectan al rendimiento escolar de los más pequeños. También hacen que las habilidades sociales de los niños puedan verse alteradas. Estas son algunos de los trastornos que influyen en el éxito a la hora de hacer amigos:
– TDAH. Un niño con TDAH puede carecer de autocontrol, ser extremadamente activo, hablar mucho, hablar sin pensar o no prestar atención a lo que las otras personas están diciendo. Algo que puede causar el rechazo de otros
– Dificultades del funcionamiento ejecutivo. Un niño con dificultades del funcionamiento ejecutivo puede tener problemas para compartir, tomar turnos, controlar las emociones y aceptar los puntos de vista de los otros.
– Trastorno en el aprendizaje no verbal. Un niño con este problema podría no darse cuenta de las señales sociales como el lenguaje corporal, las expresiones y tonos de voz. Pueden no ser capaces de entender el humor o el sarcasmo y tomar lo que los otros dicen de forma literal.
– Trastornos del Lenguaje. El niño con trastornos del lenguaje podría no entender las reglas básicas de conversación o podría tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas para expresarse.
– Trastornos del procesamiento auditivo. Por culpa de este trastorno, el niño podría no entender el punto de lo que los otros están diciendo, que no ciertas palabras en una conversación y que, por lo tanto, no entienda correctamente lo que se dice o que tenga dificultades en seguir las indicaciones en los juegos.
Claves para hacer amigos
En estas circunstancias los padres deben tratar de ayudar a sus hijos a través del contacto con profesores y otros progenitores. En primer lugar hay que advertir de la presencia de estos problemas, para que éstos a su vez puedan dejarlo claro a otros niños antes de que pueda provocarse un rechazo a aquello que es distinto a lo que han conocido hasta la fecha.
Por su parte, los padres tendrán que asegurarse de que sus hijos vayan a terapias con el fin de solucionar estos trastornos, no solo para ayudar a hacer amigos, sino para poder frenar la incidencia sobre el aprendizaje. De igual manera, también habrá que inculcar otras nociones básicas e importantes a la hora de hacer amigos:
– Empatía ante todo. Un amigo es alguien a quien comprender para poder ayudar en los momentos difíciles.
– Compartir. Con los amigos se comparte, no hay que ser egoístas y no permitir jugar con los juguetes y viceversa.
– Aceptarlos como son. Quizás los amigos no sean un calco exacto de nosotros, pero pueden ofrecer mucho tal y como son. Aceptar estas distinciones es un punto importante.
– Nada de virtualización. ¿Hay que hablar de algún problema? Mejor en persona. ¿Hay que jugar? Mejor en el parque o en casa del amigo en días de lluvia, pero nada de hacerlo a través de la pantalla de una consola.
Damián Montero
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