La seguridad en el hogar es un asunto muy importante y este no solo se ha de tener en cuenta en aspectos como la protección de enchufes o de fuentes de potenciales incendios. También otros elementos como por ejemplo los productos de limpieza han de ser tenidos en cuenta, tanto por su potencial toxicidad en el organismo de los más pequeños como por los efectos que producen a la hora de respirarlos.
Así lo destaca una reciente investigación del Departamento de Ciencia Clínica de la Universidad de Bergen, en Noruega. Un trabajo en donde se demuestra cómo la exposición a productos de limpieza habituales el hogar puede alterar la capacidad respiratoria de los más pequeños. Una influencia muy similar a la de los fumadores pasivos y que demuestra la potencial gravedad de estos artículos.
Efectos a largo plazo
Si bien los efectos de los productos de limpieza no se notan en el día a día, los investigadores observaron la influencia de estos artículos a largo plazo. Consecuencias muy similares a la que podía producir la exposición a 20 cigarrillos dentro del entorno habitual de los niños. Para confirmar esta hipótesis, los investigadores recurrieron a los resultados de la Encuesta de Salud Respiratoria de la Comunidad Europea en tres puntos en un periodo de 20 años: de 1992 a 1994, de 1998 a 2002 y de 2010 a 2012.
El estudio demostró una exposición prolongada a los químicos de los productos de limpieza era comparable con el de fumar entre 20 y 40 cigarrillos diarios. Una advertencia sobre las posibles contaminaciones del aire en el día a día de las familias y que pone sobre la mesa la necesidad de que una sola persona no se haga cargo de todas las labores por la continua exposición a tóxicos.
También se recomienda la necesidad de ventilar el hogar ya que la exposición directa a estos tóxicos no es la única que provoca estas consecuencias. En el aire quedan muchas partículas que son respiradas por los más pequeños, alterando el funcionamiento de su aparato respiratorio y provocando efectos, tal y como se ha dicho antes, similares a los del tabaco en niños.
Prevención de accidentes
La toxicidad de los productos de limpieza en los más pequeños es conocida por organismos como la Asociación Española de Pediatría, AEP, advierten de estos peligros. De entre todos los artículos, lejías, pastillas para el lavavajillas, limpiasuelos y detergentes para el lavado de la ropa son los que entrañan más peligro para los niños.
Dejar estos productos en sitios accesibles, como armarios a nivel del suelo, o sacarlos de su envase original para guardarlos en una botella de agua o de un refresco, facilita este tipo de intoxicaciones directas. Usarlos en un ambiente sin ventilar termina produciendo el mismo efecto por vía respiratoria, y generando las consecuencias antes expuestas.
Estos son algunos de los consejos de AEP para prevenir estas
consecuencias:
– Guardar los productos de limpieza inmediatamente después de utilizarlos para evitar que el niño pueda cogerlos en un momento de distracción.
– Guardar estos productos en lugares de difícil acceso para los niños, como en los armarios de mayor altura, bajo llave o con un cierre de seguridad para armarios.
– No dejar los productos de limpieza a la vista de los niños, especialmente si tienen colores llamativos.
– No guardarlos en envases diferentes del original y, sobre todo, en botellas de agua o refrescos. Esto puede confundir a los niños.
– Tener el menor número de productos de limpieza necesarios y deshacerse de los sobrantes, especialmente si son más tóxicos y de uso poco frecuente, como los plaguicidas.
– Comprar productos del hogar con tapón de seguridad.
– Educar al niño sobre las normas de conducta, haciéndoles ver que esos productos no son para su uso.
Damián Montero
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