La presencia de un hijo en brazos de sus padres es toda una experiencia positiva para ellos. La alegría que produce tener a los niños es inmensa, incluso tiene una explicación por parte de la ciencia. Así lo destaca un estudio realizado por distintas universidades, como la de Philadelphia o la de Pennsylvania y publicado en la revista Frontiers in Psychology.
En este trabajo se destaca cómo el olor del bebé produce en la madre un gran estado de placidez y de alegría. Una demostración científica que explica el vínculo entre el niño y su mamá y que anima a que las mujeres tengan cerca a sus hijos a estas edades para beneficiarse de estos estímulos que favorecen un estado de ánimo de felicidad en ella.
Aumento de la dopamina
Para comprobar cómo podía incluir la presencia del olor del bebé en las madres, estos investigadores reunieron a dos grupos de mujeres. Por un lado, aquellas que habían tenido un hijo hacía poco tiempo, por el otro participantes que no habían experimentado todavía la maternidad. Todas ellas debían tratar de identificar varios olores impregnados en distintos objetos.
Entre todos ellos, uno en especial, centraba este estudio: un pijama con olor a bebé. Las mujeres que habían sido madres no solo reconocieron fácilmente esta marca olfativa, sino que además, sino que además su organismo produjo dopamina al pasar por esta situación. Una hormona presente en el mecanismo de recompensa en el cerebro, haciendo que estas participantes se asegurasen una mayor sensación de bienestar.
Por hacer una comparación, los científicos relacionaron esta sensación con la misma que tiene una persona al oler una comida sabrosa o al besar a una pareja. Una muestra de cómo la cercanía de un bebé provoca una sensación de bienestar en la mujer y que anima a que todas las madres compartan estos momentos con sus bebés para favorecerse de este aspecto.
Beneficios de la cercanía entre la madre y el bebé
Esta investigación no es la única que destaca cómo mantener cerca de la madre del bebé tiene importantes beneficios. Incluso la Organización Mundial de la Salud, OMS, destaca los resultados positivos de esto:
– El bebé conoce a su madre y sentirá menos miedo ante su presencia. Una forma de ir introduciendo al pequeño en su nuevo hogar.
– Lactancia. No son nuevos los beneficios que reporta la lactancia a los más pequeños y a la madre, separar a los recién nacidos de sus mamás supone privarles de este alimento tan beneficioso.
– Mayor seguridad. Verse en una cuna a solas puede suponer la aparición de estrés en los bebés, por el contrario al saberse en brazos de su madre el recién nacido se mostrará más seguro y tendrá menos problema a la hora de conciliar el sueño.
– Vínculo afectivo. Madre y bebé podrán afianzar su vínculo al estar cerca el uno del otro y comenzarán una unión que durará a lo largo de los años.
– Para la madre también supone un menor estrés ya que constantemente sabrá el estado de su bebé. Por el contrario, no tenerlo cerca hará que en todo momento se interese por su situación.
– Preparación para lo que está por venir. En el caso de los padres primerizos, tener cerca al bebé durante sus primeras horas de vida facilitará que puedan ir conociendo sus necesidades y prepararse para satisfacerlas. Una buena forma de ir entrando en materia.
– Permite la regulación térmica del bebé. El contacto piel con piel mantiene la temperatura del bebé. Cumple así la función de facilitar la regulación térmica de tal forma que la temperatura del recién nacido permanezca siempre en un rango seguro. Esta función hace que los recién nacidos colocados en contacto piel con piel con su madre se encuentren con una temperatura corporal significativamente más cálida que los bebés colocados en una cuna.
– Disminuye el tiempo del llanto del bebé. El recién nacido que tiene contacto con su madre piel con piel nada más nacer llora durante menos tiempo que aquel que es separado de su madre desde el principio. El llanto se presenta en estas ocasiones en los recién nacidos como una forma de queja para regresar con su madre de la que le acaban de separar.
Damián Montero
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