La leche materna es el primer alimento que los bebés toman. Muchos son los beneficios que tiene para él y para la madre. Sin embargo, hay situaciones que pueden hacer pensar a la mujer si seguir dando el pecho al pequeño, como por ejemplo que el niño sea ingresado. ¿Hay algún tipo de contraindicación? ¿Puede interferir con el uso de algún medicamento si se amamanta?
Desde la Asociación Española de Pediatría, AEP, se explica que si en el caso de que al bebé ingresado se le está alimentando con lactancia materna, lo recomendado es continuar dando el pecho en el hospital. Una manera de asegurar un alimento con múltiples beneficios para el pequeño y de tranquilizar a la madre al mantener cerca de su hijo.
Beneficios de la lactancia
El mensaje de AEP es claro, el ingreso de un bebé en el hospital no es motivo para dejar de dar el pecho. Por ello recuerda a las madres los beneficios de la lactancia, que proporciona una parte importante de las calorías necesarias en estas edades y se posiciona como la mejor opción en caso de enfermedad en el pequeño no solo por sus nutrientes.
Además también aporta una gran cantidad de líquido, anticuerpos y células vivas que ayudan a las defensas del bebé y acortan la duración de la mayoría de las infecciones. Dar el pecho también supone actuar contra el dolor, tanto el provocado por la propia enfermedad como por procedimientos invasivos, tales como análisis de sangre, introducción de sondas, en los niños
Al estar en brazos de la madre, el niño se siente consolado y calmado durante el ingreso hospitalario. Además, el acto de succión es una práctica relajante para el bebé. Por otro lado, en casos donde existe riesgo de deshidratación, también se recomienda mantener el pecho en el niño para poder darle a este un sustento de líquido en estas situaciones, en especial cuando la enfermedad queda acompañada de diarreas o vómitos.
En caso de operación
Desde AEP se recuerda que en caso de que el bebé necesite pasar por quirófano, éstos pueden tomar leche materna, no otros alimentos ni tipos de leche, hasta 3 o 4 horas antes de la operación sin incrementar el riesgo anestésico. Además, gracias a esta decisión los lactantes llegan más tranquilos a quirófano si el ayuno no es muy prolongado.
No obstante, AEP recomienda informarse sobre el procedimiento y el protocolo del hospital antes de decidir y ponerse de acuerdo con el personal médico. Al mismo tiempo se da una serie de pautas en el momento de recibir la noticia del ingreso:
– A su ingreso en el hospital, comentar al personal sanitario cuál es el deseo de la madre con respecto a la alimentación del niño.
– Solicitar un sacaleches o preguntar por una sala de lactancia en caso de que sea necesario saltar alguna toma o vaciar el pecho.
– Tomar en brazos al niño, acariciarle y darle mimos si no puede comer.
– Cuando ya pueda comer, ofrecerle el pecho a demanda (a no ser que haya alguna razón especial que lo contraindique).
– Si tiene más de 6 meses, cuando vaya mejorando irá pidiendo otros alimentos.
– La estancia en un hospital y la preocupación por la salud de un hijo puede resultar angustiosa para los padres. Es importante confiar en el personal sanitario y solventar todas las dudas haciendo todas las preguntas que sean necesarias. Finalmente, es importante que los padres también descansen y no duden en pedir ayuda a su entorno si lo necesitan.
Damián Montero
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