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Proyecto cenas en familia, la iniciativa de Harvard para unir en torno a la mesa

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Las cenas en familia tienen una gran importancia en los niños.

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Trabajo, colegio, actividades extraescolares y otros compromisos hacen que el tiempo que se dedica a la familia no sea tanto como se quisiera. Todas estas obligaciones hacen que el vínculo entre los miembros de un hogar peligre, por ello conviene aprovechar determinados momentos para poder estar junto a los seres queridos. Ocasiones como por ejemplo las comidas.

Si bien en ocasiones el almuerzo no puede asegurarse en familia dados algunos turnos laborales y el uso del comedor escolar por parte de algunos menores, la cena se presenta como la ocasión perfecta para la familia. Así lo afirma la Universidad de Harvard con su iniciativa The Family Dinner Project, con la que pretende recordar a los padres la importancia de sentarse a la mesa juntos para poder compartir grandes momentos.

Influencia en el comportamiento

Al explicar esta iniciativa, la Universidad de Harvard recuerda que no pocos estudios han mostrado cómo los buenos momentos en familia contribuyen al desarrollo de los más pequeños de la casa. Por ello, la cena es un gran momento para aprovechar en este sentido. De manera habitual, a estas horas, todos los miembros del hogar están en casa y pueden reunirse en torno a la mesa.

Por un lado, Harvard pretende que todos en casa puedan participar en un espacio común donde contar sus opiniones, vivencias o pedir consejo sobre un problema que les perturbe. Es decir, aprovechar la familia como apoyo psicológico. Este centro universitario que los datos demuestran que aquellos niños que aprovechan este tiempo, presentan un mayor nivel de autoestima.

Además, Harvard señala que el hecho de que todos los miembros del hogar se sienten a la misma hora enseña a los niños a cumplir con unas rutinas. Los datos muestran que aquellos menores que cenan en familia muestran, a posteriori, un mayor control en el cumplimiento de los horarios. Aunque hay que recordar que esta comida no debe ser impuesta como una obligación, sino como algo divertido.

Para ello Harvard propone varios consejos para hacer que los niños se interesen por este momento. Un buen ejemplo es permitirles participar en la elaboración de la cena, algo con lo que también aprenderán la importancia de la buena alimentación. De esta forma, los más pequeños también interiorizarán su sentimiento de pertenencia al hogar al formar equipo con sus padres para esta misión.

Cómo hacer las cenas más divertidas

Hacer la cena divertida asegurará que los niños quieran sentarse en la mesa para disfrutar de estos momentos. ¿Cómo conseguirlo? Desde temas de conversación importantes y amenos, hasta el tipo de comida que se presenta pueden ser la solución:

– Hablar de todo un poco. La conversación no tiene por qué ceñirse a lo que se ha hecho en el día. Si bien esto es importante, en la mesa se pueden hablar de otros temas como por ejemplo qué se quiere hacer el fin de semana o qué película tienen ganas de ver los más pequeños.

– Cocina especial. Si bien hay que cuidar lo que se pone en la mesa, no siempre deben usarse las mismas recetas. Buscad platos internacionales y atreveros con este tipo de cocina para atraer a los más pequeños a la mesa.

– Pequeños juegos. En la mesa también se puede jugar y además incentivar el uso de la memoria. Una actividad muy divertida es que el niño diga todos los platos que recuerde que empiecen por una determinada letra o cuántas comidas se pueden preparar con un determinado alimento.

– Nada de televisión o teléfonos móviles. ¿Cómo van a descubrir los niños lo divertido que es cenar en familia si prestan atención a estas pantallas?

Damián Montero

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