La depresión es un asunto muy delicado en todas las personas y en el caso de los adolescentes puede suponer un gran obstáculo en esta etapa de incertidumbre y cambios. Sin embargo, afecta a más jóvenes de los que se desearía. Muchos de ellos atraviesan síntomas de este trastorno que sume a los individuos en un pozo de tristeza y melancolía del que es difícil salir sin ayuda.
En el caso de los adolescentes, afecta en mayor medida a las chicas que a los chicos. De hecho, un estudio ejecutado de forma conjunta por la Universidad de Liverpool y el ULC Institute of Educations de Reino Unido, expone que una de cada cuatro jóvenes a estas edades atraviesa los síntomas de depresión. Una llamada de atención para trabajar en la prevención de estos casos.
Conocer los factores de riesgo
Para analizar la situación de la depresión en la adolescencia, los investigadores revisaron un total de 14.000 familias. Tras evaluar la situación de todos estos casos, se determinó que las chicas representaban el mayor grupo en riesgo de padecer este trastorno, un peligro que se incrementaba a los 13 años, edad que coincide con el inicio de la esta etapa.
Los responsables del estudio afirman que estos datos evidencian los factores de riesgo que representa la adolescencia en el caso de las chicas. Los investigadores afirman que a estas edades, las jóvenes son más vulnerables por la presión social que se ejerce sobre ellas. Cantidad de anuncios y de publicidad recuerdan la importancia de ser guapas y cumplir con determinados cánones que en ocasiones son imposibles de alcanzar.
Unas exigencias que sumadas a la inestabilidad emocional de la adolescencia, hacen que las chicas sean un grupo de riesgo para padecer depresión. Esto explica que 1 de cada 4 chicas a estas edades muestren síntomas de este trastorno. No obstante, también se señalan otros factores de riesgo que favorecen la aparición de este problema, por ejemplo los antecedentes genéticos, en este caso se determinó que afectaban por igual tanto a chicas como chicos.
Por otro lado, se descartó que alguna de las figuras paternas influyera en la aparición de depresión. Aunque si bien se encontró que las madres pasaban más tiempo con sus hijos, no se encontró una relación entre ello y la presencia o no de estos síntomas en los adolescentes.
Necesidad de atención en la adolescencia
Otro de los datos que se ofrecen en este estudio es que la mayoría de los padres no presta toda la atención que debería a los síntomas de depresión en hijos adolescentes. La gran mayoría opina que son cosas de la edad y que terminarán remitiendo con el tiempo. Sin embargo, los investigadores destacan la necesidad de ofrecer respuesta a esta situación para evitar que se agrave.
Desde la Clínica Mayo se reseñan estos síntomas como los que se debe tener en cuenta por parte de los padres:
– Sentimientos de tristeza, entre ellos, accesos de llanto sin motivo aparente
– Irritabilidad permanente
– Frustración por cuestiones poco importantes
– Falta de interés en las actividades normales que antes satisfacían al adolescente
– Falta de interés en las relaciones con familiares o amigos o conflictos con esas personas
– Baja autoestima
– Sentimientos de culpa o desprecio por sí mismo
– Constante recuerdos de errores pasados o sentimientos exagerados de culpa o autocrítica
– Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y necesidad de constantes muestras de amor y apoyo por parte de los demás
– Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
Si se aprecian cualquiera de estos síntomas, el primer paso es hablar con el adolescente y hacerle saber que cuenta con el apoyo de los padres. Mostrarle en el día a día que podrá pedir ayuda si la necesita. Si los síntomas se agravan con el tiempo, será necesario solicitar asistencia de un especialista para tratar a fondo el origen del problema.
Damián Montero
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