Quizás tu bebé sea de los que comienza a llorar cuando le tumbas en su cunita. ¡Parece que no quiere dejarte descansar y busca estar todo el día en tus brazos! Debes cogerle mucho, achucharle, pero también debe aprender a permanecer intervalos de tiempo en su cuna. Para ello, enséñale a disfrutar del mundo que le rodea con ejercicios de estimulación, que le ayuden a despertar sus sentidos.
Desde que nace, el bebé debe ir aprendiendo a estar tranquilo en su cunita, sin que se sienta abandonado. Existe la creencia popular de que los bebés que se acostumbran a los brazos no quieren luego quedarse solos en la cuna, pero esto no es así. El bebé necesita sentir a la madre, al padre, necesita el contacto corporal. Pero también, es esencial para su desarrollo que se habitúe a su nuevo mundo externo y, sobre todo, a que relacione que la cunita, además de para dormir, sirve para conocer la realidad que le rodea.
La cuna, un aliado para el aprendizaje del bebé
Mª Carmen García-Castellón, junto con Elizabeth Fodor y Montserrat Morán, nos explican en su libro Todo un mundo de sensaciones (Editorial Pirámide), gran cantidad de estímulos que puede adquirir el bebé desde su cunita, para desarrollar todos sus sentidos. Así, convierte la cuna de tu bebé en tu aliada. Si tiene ruedas, podremos desplazarla de una habitación a otra. Pero también es bueno que seamos nosotros los que acudamos a su habitación para realizar estos juegos tan divertidos para nuestro hijo.
7 juegos para tu bebé en su cuna
1. Estimula su oído con sonidos y voces. Para estimular su lenguaje, es importante que le hables, cuanto más mejor. Repítele su nombre e identifícate diciéndole «soy mamá», «soy papá». Es esencial el tono y la melodía que utilizas. El niño es más sensible a los sonidos agudos que a los graves. Desde su cunita, el bebé puede localizar la fuente de sonido y trata de girar su carita hacia ella.
2. Nana y canción de cuna. Si a lo largo del día combinas las palabras con las canciones que le cantes, estarás favoreciendo el desarrollo de los dos hemisferios cerebrales, para conseguir un buen equilibrio entre ambos y potenciarás su inteligencia.
3. Fotos de vuestras caras. Cuelga fotos en su cuna por dentro de los barrotes de sus hermanos, de sus abuelos y de sus papás también. Además de entretenerle, le ayudará a sentirse más seguro porque son sus rostros predilectos, y la cara de mamá es la que más les gusta.
4. Música en su cunita. Grábale cintas con las voces de papá, mamá o algún hermanito y también, ponle cintas con música melódica, preferentemente barroca. Esto le ayudará a tranquilizarse, a conciliar el sueño y a sentirse acompañado. También le puedes grabar sus balbuceos, los sonajeros, las risas o los latidos del corazón. Coloca el aparato cerca de la cuna a un volumen de unos 50 decibelios.
5. Un pañuelo con tu olor. Los bebés reconocen el olor de mamá y les ayuda a calmarse. Un pañuelo impregnado con tu leche, o con tu agua de colonia en la cuna puede ser una buena idea.
6. En brazos. La cuna no debe ser un sustituto de tus brazos, por eso hay que arrullarle muy a menudo para que se sienta protegido y querido. Cuando lo tengas en brazos, y antes de que cierre sus ojitos, le dejas suavemente en su cunita para que sepa que ése es el sitio donde debe dormir. Una vez allí, mece la cunita un poquito para que termine de dormirse.
7, El móvil de luces y sombras. A partir de los dos meses, cuando le acuestes en la habitación, para que no esté totalmente a oscuras, puedes ponerle un móvil de mesa que proyecte luces y sombras sobre la pared y el techo. Si tiene sonidos que le ayuden a relajarse y a conciliar el sueño, mejor. Para que no reciba la estimulación permanentemente por el mismo lado, es bueno cambiar de posición al bebé dentro de la cuna.
Patricia Palacios
Asesoramiento: Mª Carmen García-Castellón
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