El dolor de espalda se ha convertido en un clásico de nuestras vidas. Puede aparecer a cualquier edad, es decir, debutar en la infancia o en la juventud, y acompañarlos hasta la vejez. Cuando sentimos dolor nos medicamos con analgésicos, o nos ponemos calor, frío, es decir, recurrimos a los remedios clásicos, pero generalmente no nos preocupamos de cuál es el origen.
Si buscamos la causa, lo primero que debemos tener en cuenta es que el dolor de espalda es un síntoma, no una enfermedad, y por tanto, es importante dedicar tiempo y esfuerzo para prevenirlo. Actualmente, el dolor de espalda es una de las causas de mayor absentismo laboral en todo el mundo y motivo también de depresión por su carácter incapacitante.
10 hábitos cotidianos que estan destrozando tu espalda
Aunque la mayoría de las veces no nos damos cuenta, lo cierto es que cada día repetimos ciertos gestos, posturas y movimientos que a la larga son los responsables de nuestros dolores de espalda. Son hábitos de nuestra vida cotidiana que, literalmente, podrían esta «machando nuestra espalda«.
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Además de estirar antes de practicar deporte o de no cargar excesivo peso, para tener una espalda sana estos no son los únicos consejos que debemos tener en cuenta, a parte de los clásicos hay otros que evitan no pocas lesiones, y son precisamente con los que debemos tener cuidado ya que los hacemos diariamente.
1. Cuidado al estornudar. Si estornudamos a menudo sin expulsar todo el aire puede llegar a producirnos un prolapso discal e incluso una hernia discal, si la persona tiene predisposición a padecer esta dolencia. Si al estornudar nos encontramos en una postura rara, agachados, por ejemplo, esta posibilidad se incrementa.
2. Leer en la cama puede no resultar tan relajante a la larga. Leer en la cama con las piernas rectas produce el mismo efecto que el agacharnos mal. Es terrible para las lumbares. Si lo hacemos a diario nos va a perjudicar mucho, con dolores crónicos de espalda.
3. Cambia de hombro al igual que cambias de modelo de bolso. Llevarlo en el mismo hombro muchos años te puede dar problemas serios de columna, por la pérdida de equilibrio constante al que la sometemos.
4. La «postura de la lavadora» es fatídica. Agacharnos y girarnos en la misma postura, lo que hacemos exactamente al poner la lavadora es malísimo para los discos y las vértebras de las lumbares.
5. Mira donde pones el papel del baño. Si lo colocas detrás del urinario te obliga a girarte, adoptando una postura malísima sobre todo para la zona cervical. Este movimiento puede repetirse entre cinco y seis veces cada día.
6. El síndrome del billetero te puede costar caro. Se le denomina así porque tiene su origen en el hábito masculino de llevar la cartera, bien repleta de documentos, en uno de los bolsillos traseros del pantalón. Al tratarse de un peso diario, podemos llegar a descompensar la columna, pinzando el nervio ciático.
7. Tacones, bonitos, pero peligrosos. Las personas que llevan tacones a diario desde hace muchos años se destrozan literalmente pies y espalda. Su uso prolongado del tacón puede dar lugar a lesiones como el «Neuroma de Morton» (irritación del nervio del pie situado entre los dedos tercero y cuarto) y la espondilolistesis , el desplazamiento de una vértebra lumbar sobre otra inferior.
8. El abuso del teléfono móvil amenaza con crear una epidemia de lesiones cervicales en las nuevas generaciones. La postura antinatural de mirar hacia abajo para escribir en el teclado del smartphone equivale a cargar sobre nuestros hombros el peso de un niño de ocho años. Los datos los aporta The Journal surgical Technology.
9. El sitting, conocido como el nuevo tabaco. Pasar ocho horas sentados al día no sólo perjudica la espalda, sino la salud en general. Para combatirlo hay que introducir el movimiento en nuestra rutina diaria: veinte minutos de pie, ocho minutos sentados y dos en movimiento.
10. Nada de sacar el brazo por la ventanilla. Cuando conducimos debemos llevar ambos brazos agarrados al volante, pero no sólo por precaución, sino para evitar la llamada «tendinitis del supraespinoso». Detrás de esta terminología médica se esconde una inflamación del hombro por movimientos forzados repetidos.
Ata Pouramini. Director de Quiropractic Valencia y autor de Escuela de la Espalda y Tú eres tu medicina.
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