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Tipos del bullying, cómo identificarlos

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El acoso escolar no es igual en todas las situaciones.

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Las aulas de todo el mundo hacen frente a un grave problema día tras día: el acoso escolar. Una grave situación que por desgracia se ve lastrada por el hecho de que muchos niños temen denunciar el bullying por miedo a las represalias. Por este motivo, tanto padres como a educadores les toca hacer de vigilantes para detectar estos casos para evitar que vayan a más.

No todo el acoso escolar es igual, por lo que hay que atender a las circunstancias de cada tipo de ellos para poder actuar en consonancia y poner fin a la situación antes de que la cosa vaya a peor. Conocer cuáles son las características de cada clase de bullying es primordial en la lucha contra esta situación que por desgracia afecta a las aulas de muchos colegios alrededor de todo el globo.

Tipos de Bullying

Con el fin de hacer más fácil la detección del acoso escolar, la Universidad Internacional de Valencia, UIV, ha clasificado estos tipos de bullying. Estos son los más comunes dentro del aula:

Bullying físico. Es el tipo de acoso más común y consiste en golpes, empujones e incluso palizas entre uno o varios agresores contra una sola víctima. También es común el robo o daño intencionado de las pertenencias de los acosados.

Bullying psicológico. Este acoso se traduce en una persecución constante, intimidación, y amenazas al chantaje. Las acciones, aunque menos visibles al no haber heridas ni robo, son muy crueles y dañinas, ya que merman la autoestima de la víctima, fomentando una gran sensación de temor que puede derivar en fobia escolar o social y en importantes y duraderos problemas psicológicos.

Bullying verbal. Aunque parecido al acoso psicológico, este tipo de bullying se traduce en acciones no corporales con la finalidad de discriminar y menospreciar a la víctima. Algo muy común es el inicio de rumores o bromas que tienen como fin burlarse o reírse de los otros.

Bullying sexual. Uno de los tipos de acoso más graves. Se traduce en constantes propuestas a las víctimas y a la solicitud de fotos íntimas. También aparece en forma de chantaje por la revelación de datos privados si no se aceptan determinadas condiciones.

Bullying social. El objetivo de este acoso no otro que aislar al niño o joven del resto del grupo, ignorándolo, aislándolo y excluyéndolo del resto Puede ser directo: no permitir que la víctima participe en actividades, o indirecto: ignorar, tratar como un objeto, como si no existiera o hacer ver que no está ahí.

Ciber-bullying. Un tipo de acoso que cada vez es más frecuente por la expansión de las nuevas tecnologías. Sus acciones son muy graves ya que suponen una gran humillación para la víctima, que ve cómo las burlas en redes sociales caracterizan su día a día.

Señales a las que atender

Una vez conocidos los tipos de acoso que existen, hay que trabajar por detectar posibles señales que pongan en la pista de estos casos. Estas son algunas pistas que deben poner en alerta a los padres y educadores:

– Faltas de asistencia recurrentes.

– Descenso brusco e inexplicable del rendimiento escolar.

– Síntomas depresivos: ansiedad, tristeza, apatía, irritabilidad, insomnio.

– Sentimientos de culpa, el niño es quien piensa que tiene la culpa de todo.

– Conductas de huida y evitación. El niño no quiere hablar de lo que le ocurre.

– Llanto incontrolado o respuestas emocionales extremas.

Damián Montero

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