El juego no es solo diversión. Estas actividades pueden aportar risas y valiosas enseñanzas si se realizan de forma correcta. Los más pequeños de la casa pueden beneficiarse de estas prácticas, como por ejemplo convertir a los hijos en auténticos exploradores que deban buscar tesoros por el parque o en casa.
Jugar a la exploración presenta grandes beneficios que abarcan desde una apuesta por la capacidad de razonamiento, hasta una mejor coordinación de sus sentidos al tener que buscar con sus ojos y tener que usar sus extremidades para alcanzar las pistas. Pasarlo bien también puede ser sinónimo de aprender y desarrollar habilidades que le serán beneficiosas en el futuro.
¿Por qué explorar es beneficioso para los niños?
La exploración reporta grandes beneficios como juego a los niños. Descubrir el mundo, siempre con la supervisión de un adulto, es importante para el desarrollo emocional, social y físico de los niños pequeños. Los menores que participan en estas actividades aprenden más sobre su entorno y cómo funciona el mismo.
Explorar también ofrece a los niños una gran oportunidad de trabajar en importantes habilidades motoras y concede una gran confianza al poder haber superado un reto. Dejar que los niños participen estas actividades es una manera de hacer que los más pequeños reciben suficiente actividad física diaria.
Juegos de exploración para niños
Jugar a explorar y descubrir puede hacerse tanto en casa como fuera de ella. Para dentro del hogar estas son algunas ideas:
– Espejito Espejito. Juego recomendado especialmente para la etapa de la primera infancia en donde los niños aprenden a reconocerse en imágenes o espejos.
– ‘¿Dónde está su nariz?’. A través de ese juego los más pequeños pueden identificar las partes de su cuerpo mientras además ganan coordinación.
– Buscar el tesoro. Esconder una tableta de chocolate o alguna golosina, hacer un mapa del tesoro donde se den pistas es una gran forma de pasar el día en jornadas de lluvia y aprovechar.
También se puede salir a la calle para poner en práctica algunos juegos de exploración como los siguientes:
– Jugar a la pelota. La pelota permite muchas actividades para explorar las partes del cuerpo. Un balón que hay que golpear con distintas partes: cabeza, pies, pecho, manos, etc. es una buena idea para descubrir estas extremidades.
– Excursión a la naturaleza. Antes de viajar a estos entornos, es buena idea elaborar un listado sobre los elementos propios de la zona. Una vez allí se puede animar a los hijos a recoger hojas y piedras, sentir la corteza en los árboles y recoger insectos propios de este ambiente.
– El dibujo. Una buena idea es llevar una hoja de papel en blanco y algunos lápices para que en la calle los niños puedan dibujar algunos elementos que vayan descubriendo. Se les puede pedir que plasmen algo que les haya llamado la atención o dar unas instrucciones con el fin de comprobar algunas nociones por parte del niño.
Damián Montero
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