Ser padre supone adquirir una serie de conocimientos, no solo relacionados con el cuidado de los niños. Tener un hijo supone dominar muchos aspectos como por ejemplo las edades de escolarización. ¿Saben los progenitores a qué edad deben inscribir a sus pequeños en el colegio de forma obligatoria? Según los datos que ofrece la Asociación Mundial de Educadores Infantiles, AMEI-WAECE, no.
La encuesta que ha realizado este organismo desvela que los padres españoles confunden la edad a partir de la cual pueden inscribir a sus hijos en centros educativos y aquella en la que es obligatorio realizarla. Unos datos que se relacionan con la tendencia al alza en las matriculaciones de las escuelas infantiles.
¿A qué edad es obligatorio?
Para conocer los conocimientos de los padres sobre escolarización, AMEI-WAECE realizó un total de 300 encuestas a distintos padres. En este cuestionario aparecían preguntas como «¿Sabe al edad a la que la enseñanza es obligatoria?». Únicamente un 25% de los participantes contestó correctamente, mientras que un 60% señaló una edad mucho más temprana para este asunto.
En España la escolarización obligatoria es a los 6 años de edad. Por su parte, el 60% de los padres participantes contestaron que es a partir de los 36 meses. Estos datos se relacionan con la tendencia al alza en las matriculaciones de las escuelas infantiles, muestra de ello es otra de las preguntas aparecidas en esta encuesta: «¿A qué edad llevará al bebé al que acompaña al colegio?».
El 80% de los padres señaló que la primera vez que sus hijos vayan a un centro educativo será a los tres años. Entre las preferencias de tipo de escuela, los concertados son los mejor valorados ya que un 45% de los progenitores lo señalaron como el ideal para llevar a los niños, seguido por los públicos, 38%, y el privado, 5% de los participantes. Por último, un 12% afirma no haber tomado la decisión.
Escuelas infantiles
Desde AMEI-WAECE destacan que si bien la escolarización a estas edades tempranas en centros infantiles tiene beneficios, el hecho de que sea de carácter voluntario tiene al mismo tiempo algunas desventajas. Muchos centros no certificados imparten estas clases y se hacen cargo del cuidado de muchos niños sin cumplir con los estándares requeridos.
Este organismo señala que muchos de estos centros acumulan más niños de los que en realidad pueden cuidar y estos «profesores» no cumplen los requisitos necesarios para estas actividades. Algo que repercute directamente en los más pequeños ya que al carecer de garantía alguna son potencialmente peligrosas para la seguridad física y el desarrollo madurativo del niño.
Sin embargo, la decisión de una escuela infantil es una buena opción tal y como señala esta asociación, que destaca las siguientes ventajas de esta matriculación:
– Los primeros años de la vida del niño, desde el nacimiento hasta los años se han de apostar por unos cimientos para un crecimiento saludable y armonioso del niño. Las escuelas infantiles certificadas pueden ayudar a ello.
– Los déficits intelectuales o físicos se convierten en acumulativos. Las escuelas infantiles pueden ayudar a la pronta identificación y tratamiento de problemas relacionados con minusvalías físicas y mentales, etc., proporcionando así al niño unas mejores oportunidades en la vida.
– La educación de la primera infancia complementa al hogar proporcionando la asistencia y educación adecuadas para la promoción del desarrollo total del niño. Ha de ser punto de formación no sólo del niño, sino de la familia.
– La educación de la primera infancia proporciona una valiosa experiencia y preparación para la transición a la escolarización a niveles superiores.
Damián Montero
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