El sueño es vital para el crecimiento y para el desarrollo de los niños. Las ventajas de lograr un sueño de buena calidad son muchas: adquirir más rápidamente las habilidades de motricidad fina y gruesa, tener más resistencia, una mejor alimentación, mejores notas en el colegio, mejores habilidades sociales y un mejor temperamento, entre otras.
Así, instaurar en casa buenos hábitos de sueño e inculcar una serie de pautas para dormir bien les será a los niños de gran ayuda en el camino de la vida.
Test para saber si el entorno ayuda a dormir a tu hijo
Por tanto, muchos padres se preguntan cuántas horas de sueño son suficientes para su hijo. La respuesta a esta pregunta se puede determinar respondiendo primero a estas otras preguntas más concisas:
1. Mi hijo, ¿duerme, descansa y se relaja lo suficiente, de modo que pueda aprender, crecer y participar en las actividades cotidianas sin acabar cansado?
2. ¿Dispone mi hijo de un espacio físico (por ejemplo, su dormitorio) que le permita dormir, descansar y relajarse adecuadamente?
3. ¿Dispone mi hijo de un entorno social (por ejemplo, unas rutinas familiares, un centro escolar o una guardería) que le ayuden a dormir, a descansar y a relajarse adecuadamente?
Las respuestas a estas preguntas en su conjunto manifiestan si las horas de sueño, de descanso y de relax de un niño tienen o no un efecto sobre su salud, su crecimiento y su desarrollo.
¿Cuánto tiempo deben dormir los niños?
Cada fase del desarrollo por la que pasa un niño somete al organismo a tensiones distintas. Basadas en estas fuentes de estrés o de tensión existen una serie de normas generales sobre el número de horas de sueño que son necesarias para lograr un crecimiento y un desarrollo óptimos en cada periodo. Sin embargo, las necesidades de cada niño variarán ligeramente dependiendo de cuáles sean las rutinas familiares, las normas culturales y las características intrínsecas del niño.
– Recién nacidos (0-21 días). Por lo general los recién nacidos duermen unas 16 horas al día. La mitad de ellas las duermen durante el día. Los periodos de sueño son breves; duran como mucho entre 2,5 y 4 horas.
– 1-3 meses. Los bebés de entre 1 y 3 meses suelen dormir unas 15 horas, empiezan a concentrar más el sueño en las horas nocturnas y duermen menos durante el día.
– 3-6 meses. Los bebés de entre 3 y 6 meses siguen durmiendo unas 15 horas, pero se mantienen mucho más tiempo despiertos durante el día y duermen principalmente por la noche.
– 6-12 meses. Los bebés de entre 6 y 12 meses duermen unas 14-15 horas. Normalmente ya son capaces de dormir de un tirón por la noche entre 7 y 10 horas y se echan luego una siesta a media mañana y otra después de comer.
– 1-2 años. Por lo general los niños de entre 1 y 2 años duermen unas 13,5 horas al día. La siesta de media mañana se la dejan de echar cuando tienen entre 12 meses y 2 años. La siesta de por la tarde puede perdurar hasta que tienen 4 o 5 años.
– 2-5 años. Por lo general los niños de entre 2 y 5 años duermen unas 11-12 horas por la noche y se echan una siesta de 1 o 2 horas después de comer.
– 6-12 años. Los niños de 6 años duermen unas 9,5 horas por noche. Esta cantidad va disminuyendo ligera y paulatinamente a medida que el niño va creciendo y se acerca a los 12 años.
– Adolescencia. Los adolescentes necesitan unas 8 o 9 horas de sueño por noche.
Dormir bien cada día es fundamental para contar con la energía necesaria al día siguiente. Crear el ambiente adecuado de silencio, temperatura en la habitación y relajación es fundamental para conseguirlo.
Deanna Marie Mason, experta en educación y salud familiar. Autora del blog Dr. Deanna Marie Mason. Paternidad proactiva. Apoyo profesional para la familia moderna.
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