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Exponer a los niños a letras en edades tempranas favorece el aprendizaje de la ortografía

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La exposición temprana a las letras favorece el aprendizaje de escritura.

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Los adultos poseen varias habilidades que les son comunes y que parecen bastante fáciles de realizar gracias al grado de interiorización que tienen. Sin embargo, esto hace que se olvide lo difícil que fue aprender estas capacidades y alcanzar el nivel de dominio que se posee en la actualidad. Un buen ejemplo es la lectura y la ortografía, dos prácticas que se realizan en el día a día pero que no son fáciles de asimilar al principio.

Por este motivo, cualquier método que ayude a que el niño aprenda a dominar la escritura o la lectura debe ser bien recibida en el hogar para favorecer a los más pequeños. Ahora, un nuevo estudio realizado por la Universidad de St. Louis propone a los padres exponer a los más pequeños a las letras a edades tempranas para incrementar las posibilidades de este aprendizaje.

Dominio de las formas

Los responsables de esta investigación congregaron a 179 niños de entre 3 y 5 años. Estos integrantes se dividieron en dos grupos, a uno ellos se los expuso a distintas letras y frases a estas edades. Tras pasar los años se volvió a recoger datos de estos participantes. El objetivo era comprobar si con estas actividades se había favorecido el aprendizaje de la lectura y la escritura.

Los resultados demostraron que los niños que habían sido expuestos a las letras, presentaban una mayor facilidad a la hora de aprender a escribir. Los investigadores señalan que esto se debe a que estos menores identificaban antes los trazos y los emparejamientos de estos símbolos, por lo que era más fácil reproducirlos en el papel y formar palabras con ellas.

Algo que también les permitía dominar antes la lectura, algo que también se debía a una mayor facilidad para reconocer los símbolos de las letras al haber estado expuestos con anterioridad a las mismas. «Nuestros resultados muestran que los niños empiezan a aprender sobre las estadísticas del lenguaje escrito, por ejemplo, sobre qué letras aparecen juntas con frecuencia y qué letras aparecen juntas con menor frecuencia, antes de aprender el modo en que las letras representan los sonidos de un idioma», explica Rebecca Treiman, coautora de este trabajo.



Grafomotricidad

Además de la exposición a las letras a edades tempranas, los padres también pueden ayudar a sus hijos a practicar la ortografía a través de ejercicios que favorezcan la grafomotricidad. Estas son algunas ideas para ello:

Ejercicios para las manos:

– Tocar palmas tratando de seguir un ritmo.

– Realizar ejercicios de equilibrio con la palma de la mano.

– Hacer gestos en función de la letra de alguna canción.

– Imitar con las manos movimientos de animales como por ejemplo la garra de un león.

Ejercicios para los dedos:

– Abrir y cerrar los dedos de la mano, primero simultáneamente, luego alternándolas. Ir aumentando la velocidad.

– Juntar y separar los dedos, primero libremente, luego siguiendo
órdenes.

– Tocar cada dedo con el pulgar de la mano correspondiente, aumentando la velocidad.

– Con la mano cerrada, sacar los dedos uno detrás de otro, empezando por el meñique.

– Enroscar y desenroscar tapas, botes, tuercas…

– Abrochar y desabrochar botones.

– Atar y desatar lazos.

– Encajar y desencajar objetos.

– Modelar con plastilina bolas.

Damián Montero

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