Los accidentes son imposibles de evitar, sino no ocurrirían. Es muy difícil evitar que el niño se mantenga siempre íntegro y no experimente algún percance. Es en estos casos cuando hay que actuar con presteza para evitar que la gravedad de los mismos crezca. Un ejemplo es cuando el pequeño se clava un objeto penetrante, un asunto que puede ser muy grave ya que en el organismo penetra un objeto extraño que puede causar una infección o sangrado.
Para que un niño se clave algo no es necesario que con objetos afilados ni que se caiga sobre ellos. Un pequeño golpe contra una superficie Los materiales más frecuentemente que atraviesan retenidos la piel son fragmentos de madera, como astillas, metal o vidrio. Las heridas más habituales son las causadas por abrasión, como rasponazos o arañazos, y es frecuente que en las mismas puedan retenerse pequeños granos de arena.
Cómo actuar en estos casos
En algunos casos el objeto que atravesado la piel del niño es pequeño y de fácil localización. Si además está en la superficie de la dermis, lo recomendable es sacarlo para así evitar que pueda seguir en el organismo del menor. Bastará con unas pinzas bien limpias y después lavar la herida con agua y jabón, para posteriormente desinfectarla con productos como alcohol.
Pero tal y como se destaca desde el Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, el problema real aparece cuando el objeto que ha atravesado la piel del niño no es superficial. En estos casos lo mejor es acudir al médico para que valore la herida y la mejor forma de proceder para sanarla antes de que pueda causar mayores problemas.
La decisión de extraer el cuerpo extraño o no depende de varios factores, entre ellos la localización del mismo, o el tiempo que lleva retenido y el tipo de material. En los casos que sea de localización superficial o se ha clavado recientemente generalmente puede extraerse sin anestesia o con anestesia local.
Aunque si se trata de un material localizado profundamente, o si lleva mucho tiempo dentro del menor, aunque no produzca molestias es recomendable no realizar la extracción de urgencia. En los casos donde no se sepa ubicar con certeza, hay que estudiar antes su localización mediante pruebas de imagen y, si se decide su extracción, programar el procedimiento quirúrgico.
Curar heridas
En el caso de que el objeto punzante sea superficial y se decida extraer en el momento, hay que saber proceder en estas situaciones y al mismo tiempo aplicar técnicas de curación apropiados. Estos son algunas de las prácticas que se deben realizar:
– Frotar para quitar la suciedad.
– Intentar extraer un cuerpo extraño clavado sobre la herida, ya que no sabemos la profundidad del mismo o si está afectando a algún órgano.
– Poner vendajes apretados para evitar que la herida sangre.
– Usar algodón y alcohol.
– Poner antisépticos, pomadas, ungüentos o antibióticos sobre la herida.
– Retrasar la asistencia médica. El plazo para que se puedan aplicar puntos de sutura en una herida es de un máximo de 4 a 6 horas desde que se produce.
También hay que saber reconocer si hay infección o no:
– La inflamación y edema en los bordes.
– El enrojecimiento del contorno de la herida.
– Si la zona está caliente, le duele o siente pinchazos en la herida.
– Si el estado de la infección es avanzado, observaremos el exudado de la herida de color amarillo-verdoso, conocido comúnmente como pus.
Damián Montero
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