Qué ilusión da un viaje. Montarse en un avión y viajar a un lugar lejano, o en el coche y hacer kilómetros en carretera en familia. El medio de transporte da igual, lo que importa es la experiencia conjunta. Sin embargo, no todo es perfecto en este turismo. Hay muchos aspectos que controlar para mantener un nivel de seguridad y no solo durante al trayecto y la instancia.
La seguridad también debe tenerse en cuenta en otros aspectos como por ejemplo el domicilio que se queda atrás. Este queda vacío y sin nadie dentro, lo que lo hace un lugar bastante apetecible para los amigos de lo ajeno. Por ello, desde la Policía Nacional se aportan una serie de consejos para mantener la integridad del domicilio y no llevarse ninguna sorpresa a la vuelta de vacaciones.
Cerrado a cal y canto
En primer lugar, antes de decir adiós temporalmente a nuestro domicilio, es importante asegurarse de que todo está cerrado. Ventanas y puertas no deben facilitar la entrada de los cacos. Mientras más problemas se les plantee a estos sujetos, menos interés tendrán en nuestros hogares ya que aumenta el riesgo de ser sorprendidos entrando en los mismos.
Tampoco se deben dar pistas que indiquen la ausencia del inquilino. Cerrar totalmente las persianas durante tantos días es una señal bastante clara de que alguien falta en casa, así que lo mejor es dejarlas a media altura, aunque asegurándonos de que la ventana queda bien cerrada. Se recomienda también pedir a una persona de confianza, amigo o familiar, que recoja habitualmente el correo y se pase por casa de vez en cuando para que de algo de vida a la misma.
Joyas, dinero en metálico y otros objetos de valor que se queden en casa deberán estar a resguardo de las miradas ajenas. Mientras más escondidos mejor, lo ideal es que estén en alguna zona con medidas de seguridad como por ejemplo una caja fuerte de la que solo la familia conozca la existencia.
La Policía también recomienda la instalación de medidas de seguridad como alarmas o cerrojos. En este punto, las cerraduras anti bumping ayudarán a evitar uno de los métodos más comunes para asaltar los domicilios de las personas. Los vecinos también pueden ayudar comprobando si un extraño se fija demasiado en nuestro domicilio y alertando a las autoridades si aprecia actividades poco habituales en personas que antes no habían visto por la zona.
Por último, mucho cuidado con la información que se facilita. Alardear en público de nuestro viaje puede provocar que un indeseable se entere de nuestros planes y que consiga datos con los que poder planificar su fechoría. Siempre es mejor que esto quede en el círculo más común y por supuesto, nunca comentar planes a extraños o individuos con los que se tenga poca confianza.
Y si se produce el robo
Nada es infalible en esta vida y pese a todo el empeño, es posible que a la vuelta de vacaciones nos encontremos con la triste sorpresa de un robo. Hay que saber reaccionar ante estas situaciones. Estos son algunos consejos para ello:
– Hacer una lista de los objetos de valor antes de nuestras vacaciones para facilitar la detección de las mismas y el cobro del seguro en caso de que no pudieran ser recuperadas.
– Formalizar la denuncia. En 72 horas siguientes al robo hay que acudir a una comisaría para interponer una denuncia formal. En ella hay que exponer la compañía con la que se contrató el seguro del hogar, en caso de tenerlo, y solicitar una copia de la denuncia para presentarla posteriormente a esta compañía.
– Hablar con el banco. Si entre los objetos robados hay alguna tarjeta de crédito, habrá que avisar al banco para que cancele toda posible operación con la misma.
– Contactar con la compañía de seguros. Si tienes contratado un seguro de Hogar, ponte en contacto con tu compañía de seguros para reclamar los objetos robados o dañados y sobre en la propia vivienda como ventanas rotas, puertas forzadas, etc.
Damián Montero
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