¡Cuántas cosas por hacer en verano! Si se saben manejar los tiempos, el aburrimiento se quedará lejos del niño en el periodo estival. Desde un viaje en familia, hasta una visita a la piscina, o acudir a un campamento. Todas estas opciones mantendrán ocupado al niño y lo harán partícipe de muchas actividades que evitarán el sedentarismo y, por supuesto, el tedio.
Sin embargo, en muchas de estas actividades el niño no estará solo. Junto a él tendrá a varias personas, como por ejemplo en el caso del campamento, en donde coincidirá con monitores y otros menores. Por ello, dejar claras algunas normas de relaciones sociales y de buen comportamiento evitarán situaciones de las que se deriven problemas que amarguen la experiencia de los más pequeños.
Comportamiento con los compañeros
Como se ha dicho, los niños estarán en constante contacto con otros menores de sus edades. Desde el campamento Nuestra Señora de la Florida en León, se dan estas normas para asegurar unas buenas interacciones entre los asistentes:
– No molestar, bromear, burlarte, amenazar o discriminar a cualquier persona del campamento.
– No emplear ningún tipo de violencia, tanto física como verbal. Peleas, golpes, bromas pesadas, vocabulario indecente, malas palabras, conversaciones inadecuadas, estarán prohibidas en el campamento de verano.
– Continuo respeto a compañeros, monitores, coordinadores y cualquier usuario presente en las instalaciones del campamento.
– Participación en las actividades del campamento, no aislarse del resto del grupo y tratar de conocer a todos los menores presentes. Evitar la formación de grupos.
Normas de convivencia
No solo hay que tener en cuenta normas de carácter social. La estancia en un campamento supone una visita a un entorno distinto al de casa, por lo que hay que seguir normas de convivencia que eviten riesgos y aseguren la estabilidad del niño dentro de este contexto:
– Respeto del medio ambiente. Los niños están en un ambiente natural y deben asegurarse de dejarlo todo tal y como se lo encontraron.
– Pleno respeto a los horarios del campamento. La rutina de estos entornos debe cumplirse con el fin de no alterar las actividades planificadas. Esto pasa por el respeto a las horas establecidas para comer y descanso y siempre obedecer a las órdenes de los responsables y monitores
– Prohibido el uso de alcohol y otras sustancias tóxicas. Estos productos pueden suponer la alteración del orden que impera en el campamento
– Habitualmente no se permiten en los campamentos el consumo de alimentos, ni bebidas que no sean los proporcionados por el servicio de cocina del campamento. Traer desde casa algunos de estos productos puede generar problemas alimentarios o falta de apetencia en las los comedores, así como conflictos entre los asistentes a este entorno. Si el menor precisa de algún menú especial, caso de los celíacos, se recomienda avisarlo antes de su asistencia.
– Máximo cuidado cuando los niños empleen objetos punzantes para algunas actividades. Estos artículos son herramientas de trabajo, no instrumentos para hacer bromas o amenazar a compañeros.
– Queda totalmente prohibido el uso de elementos como smartphones o videoconsolas portátiles. Salvo caso de urgencia, el uso de móviles queda restringido con el fin de asegurar una plena desconexión dentro de este entorno natural.
– Respeto a los espacios del campamento. Escenarios como las duchas no deben convertirse en lugares donde socializar y causar un retraso en los horarios.
Damián Montero
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