El verano es una época asociada al descanso. Sin embargo, en muchos casos, por culpa de las altas temperaturas no se alcanza el sueño reparador necesario para recargar las pilas. Las altas temperaturas hacen que las noches de muchas personas se traduzcan en vueltas en el colchón tratando de quedar dormidos.
Evitar que haga calor en verano es imposible, sin embargo siguiendo algunos consejos es posible alcanzar el sueño reparador que en tantas ocasiones se escapa a nosotros. Métodos que no suponen el uso del aparato de aire acondicionado, que en algunos casos pueden provocar problemas de salud a quienes se exponen a su actividad durante demasiadas horas.
Aumento de las horas de luz
Tal y como se explica desde el Instituto del Sueño, el problema en verano no es solo que haga calor. Esta época supone que hay más horas de luz, lo que no favorece la producción de melatonina, sustancia emitida por el cerebro para que podamos quedarnos dormidos. Los días más largos y la alteración de los horarios para acostarse hacen que se cueste más producir este elemento necesario para el descanso.
El verano también supone una alteración de la higiene de sueño. Si durante el resto del año se ha seguido una rutina que ha acostumbrado al cuerpo, al iniciarse las vacaciones estos horarios se alteran o directamente se anulan. El organismo se descontrola en este sentido por lo que llegada la hora del descanso, el niño es incapaz de quedarse dormido.
Consejos alcanzar el sueño
– Mantener un ritmo regular. Hay que tratar de que el niño se acueste y despierte a la misma hora. Se debe conseguir que el sol y la luz solar a primeras horas del día sean recibidas por el niño, para que el ciclo siga regulándose adecuadamente y realizar ejercicio físico no violento en las horas de menos calor.
– Hábitat para el descanso nocturno. La temperatura de la habitación debe ser adecuada para el descanso pero sin abusar del aire acondicionado. Estos aparatos secan el ambiente, ni de los ventiladores.
– Evitar largas sietas. Las grandes siestas de una o dos horas retrasan el sueño de la noche.
– Cuidado con los ruidos externos. Los ruidos de la calle pueden despertar al niño durante la noche, especialmente en verano, que es más habitual dormir con las ventanas abiertas.
– No excedernos con las bebidas excitantes. En verano la relajación en la dieta hace que el niño pueda consumir un mayor nivel de bebidas excitantes. Pero se ha de evitar que estas estén demasiado presentes en los niños. Lo mejor para la sed en estos casos es el agua.
Consejos para el uso de aire acondicionado
El aire acondicionado es uno de los aparatos más empleados para encontrar la temperatura adecuada para el descanso. Esta tecnología puede causar varios problemas de salud si no se emplea correctamente. Estos son algunos consejos para ello:
– Realizar un buen mantenimiento del aire acondicionado y mantener una temperatura constante programando las máquinas entre los 23 y 24 grados. Fuera de esta franja, el aire acondicionado no es confortable y supone un gasto innecesario.
– Evitar que el chorro de aire frío impacte directamente sobre nuestra piel y zonas no cubiertas por la ropa como la cara, el cuello, el pecho, la zona abdominal o la lumbar. Si no es posible regular la dirección del difusor de aire, se recomienda modificar la disposición de la sala donde está la máquina
– Dentro del coche se recomienda abrir las ventanas al subirse en el vehículo y cuanso se inicie la marcha, encender el aire acondicionado de manera progresiva.
– A la hora de dormir también se debe evitar que el chorro de aire impacte de forma directa sobre nuestro cuerpo. Lo recomendable es programar el aire acondicionado de la habitación una hora antes de irse a la cama.
Damián Montero
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