La familia es el lugar en que se da el acompañamiento primero de todo ser humano. Entender qué significa esta realidad resulta clave en el desarrollo de una personalidad plena, capaz de relacionarse adecuadamente en todas las etapas de su vida.
Aunque la formación en el acompañamiento de las familias no es algo nuevo, hoy adquiere una relevancia especial debido a los cambios que se dan en la vida cotidiana de muchas familias.
El reto de armonizar vida y trabajo, así como las necesidades de cuidado creciente en niños y ancianos, son realidades que nos invitan a volver nuestra mirada hacia el origen y preguntarle: familia ¿quién eres?
Claves para devolver el protagonismo a las familias
Gratuidad, realismo y relacionalidad. Tres claves esenciales, en ocasiones olvidadas, que nos ayudan a entender esta específica forma de vida y amor:
Gratuidad
Sin tiempo y sin programación. La familia nace de un modo diferente a otras realidades de nuestra vida. Quizás por ello, de las relaciones familiares aprenden todas las demás. Su fundamento es el amor y, por tanto, no son los resultados externos los que miden el éxito de una familia.
Realismo
Existen algunas ideas madres que solemos olvidar, como por ejemplo que las dificultades entran en el terreno de la normalidad, que lo importante es saber hacerles frente y que el verdadero realismo es el que sabe dedicar tiempo a las personas, desarrollar hábitos de entrega a los demás y saber perdonar. En definitiva, amar es un proceso temporal en el que se dan crisis que siguen una evolución y que requieren nuestra respuesta generosa siendo posible que aprendamos siempre.
Relacionalidad
Frente al creciente individualismo de nuestra sociedad contemporánea, la gran tarea es redescubrir la riqueza de la relacionalidad del ser humano. Pero para ser sociales, necesitamos antes ser relacionales en nuestra familia, primera relación donde aprendemos el significado del don y la gratuidad a todos los niveles, hasta poder desplegar otras «macrorelaciones» que constituyen todo el entramado social.
En este contexto, y partiendo de estas premisas, es lógico pensar que las familias necesitan hoy ser más y mejor acompañadas. Para ello, precisamos una gran dosis de creatividad, de inmersión en los nuevos lenguajes y tecnologías digitales y, sobre todo, una formación específica y adecuada capaz de desarrollar unas competencias determinadas:
Acompañamiento familiar
Cada familia tiene un proyecto. El acompañamiento no es una «relación de ayuda directiva» en la que se dan soluciones técnicas, ni una acción puntual. Tampoco en «enseñar» a «programar actividades».
El acompañamiento es una relación entre personas, que implica un proceso para entrar en el corazón de cada uno y despertar un deseo que supera lo meramente humano. Así que en el acompañamiento no se trata de imponer procesos, sino de procurar la maduración de la persona.
La familia es el camino común, aunque particular de cada persona, en el que se aprenden las coordenadas y la dirección de esta acción.
Actitud incondicional
Acompañar es una actitud. Implica fundamentalmente estar. Es un modo incondicional de tratar. La mirada, la proximidad que mostramos, puede ser ya un eficaz acompañamiento.
Cuando acompañamos se trata de ayudar a conocer la realidad, la que sea, asumirla e incluso amarla: es nuestra realidad. Este proceso personal requiere un acompañamiento entrenado en una formación específica y esmerada capaz de redescubrir la realidad originaria del matrimonio y la familia como proyecto único en cada persona.
Comunicación creativa
La preparación al matrimonio es la primera y más importante forma de acompañar, pero no es suficiente. Los primeros años, las etapas en las que se presentan dificultades especiales y también la vida ordinaria, requieren un comprometido modo de acompañar. Por esta razón, no podemos olvidar los nuevos lenguajes y los ámbitos específicos, cada vez más ricos y más variados.
Formación en línea del Instituto de Estudios Superiores de la Familia
El Postgrado en Matrimonio y Educación Familiar tienen como objetivo ofrecer una sólida base antropológica sobre la que sea posible construir una cultura de la vida en la política, la educación y la familia a través del desarrollo de virtudes en el ámbito familiar. Esta formación puede completarse cursando el Postgrado en
Consultoría y Orientación Familiar
Online Postgraduate Degree in Marriage and Family Education offers a comprehensive study of family life, via a methodology which is suitable for parents and for professionals who work in the area of education or family enrichment. At the end of the course students will have acquired theoretical and practical knowledge about the family dimension of the individual, as well as some knowledge on pedagogy and family education.
El Postgrado en Consultoría y Orientación Familiar (semipresencial) tiene como objetivo formar en las actitudes y metodologías específicas para activar los recursos internos y externos de la dinámica relacional en la persona, en la pareja y en la familia, mediante una intervención no directiva basada en el acompañamiento.
El Postgrado en Políticas Familiares responde a la exigencia de contar con profesionales preparados en el análisis, diseño y evaluación de las políticas familiares en el ámbito público, educativo, empresarial y entidades de acción social.
Las actividades docentes, así como el sistema tutorial del programa, garantizan que el participante sea capaz de diseñar e implementar políticas de familia en el entorno en el que se desenvuelva profesionalmente.
Pilar Lacorte. Subdirectora de Programas docentes IESF