Aunque los padres no somos especialistas en estimulación sensorial de los niños pequeños, podemos aprovechar los meses de verano para desarrollar sus capacidades. En la primera etapa de su vida, son como una esponja y transforman cualquier impacto sensorial en una forma de aprendizaje. Solo hay que saber aprovechar las oportunidades que nos brinda el día a día.
Estimulación visual para bebés en verano
Es bueno ofrecerles a los niños imágenes de diferentes objetos, animales, personas, monumentos, etc., aunque pensemos que son pequeños y no se enteran de nada. Conforme les vamos ofreciendo esas imágenes les vamos diciendo de manera verbal qué son para que vayan empezando a hacer la asociación del nombre con la imagen e incluso las categorías: animales, objetos…
Este ejercicio de estimulación visual le encantará a tu bebé si además lo puede hacer chapoteando en el agua de una pequeña piscina o bañera, con objetos que pueda llenar y vaciar de agua. Pasará un rato fresquito, divertido y de gran valor para su aprendizaje.
Estimulación auditiva para tu bebé
Aprovechad cada momento para contarles cosas, aunque os sintáis raros porque no os contestan y lleguéis a desarrollar unos monólogos realmente interesantes. De este modo, ellos aprenderán a escuchar, que es la primera fase para la adquisición del lenguaje, la comunicación y la relación social y, a su vez, tendrán el modelo que luego reproducirán. Otra actividad interesante para la estimulación auditiva es proporcionarles música de diferentes registros e intensidades y sonidos u onomatopeyas.
Estimulación táctil durante el verano
Les ayudará mucho en verano para la estimulación el entrar en contacto con diferentes texturas tanto en las manos como en los pies: plumas, hojas de papel, papel rugoso, algo más áspero para que empiecen a sentir la diferencia entre suave, áspero, liso…
Estimulación olfativa para el bebé en verano
Este es uno de los sentidos que se trabaja con menor frecuencia pero que es tan importante como el resto. El modo de llevarlo a cabo simplemente consiste en acercarle a la nariz al niño diferentes olores y explicarle la asociación del olor al objeto.
Precisamente, en verano puedes ayudarte con flores y plantas diferentes, así como las frutas, ya que las de verano son especialmente aromáticas como la sandía, el melocotón, el albaricoque o el melón. Y recuerda no todos los olores deben ser agradables, también debe aprender a reconocer los desagradables.
Estimulación gustativa durante el verano para tu bebé
Es muy similar a la estimulación olfativa puesto que consiste en darles a probar diferentes alimentos que puedan proporcionarles gustos variados. No es necesario esperar a que los bebés coman de todo para poder llevar a cabo este ejercicio porque en realidad estamos empezando a trabajar el gusto, simplemente lo chupan y llegan a descubrirlo. Para ello podemos utilizar diferentes texturas y sabores para que pruebe.
Desarrollo psicomotor en verano
El verano es un escenario único para desarrollar un área de gran importancia en estas edades es el desarrollo psicomotor. En este sentido, es fundamental darles a los niños la oportunidad de movimiento. Parece algo obvio pero no siempre los padres cumplimos con ello principalmente por dos motivos, por el hecho de que puedan hacerse daño o por comodidad de tenerlos más controlados en espacios más reducidos y acotados.
Sin embargo, darles la oportunidad de estar en el suelo, sin temor a que cojan frío, a los bebés pequeños boca a abajo y siempre con una estricta vigilancia, les dará la oportunidad de explorar por si mismos.
María Campo. Directora Escuelas NClic
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