La lucha contra la obesidad se ha convertido en una de las misiones de la medicina y la nutrición en la actualidad. Pelear contra la que es considerada como una de las grandes epidemias del S.XXI pasa por entender cómo funciona nuestro cuerpo y saber por qué actúa de un modo u otro. Una de las actividades que más afecta al peso de las personas es la de comer entre horas como respuesta a un constante apetito.
En este aspecto ha centrado su investigación David S. Ludwig, nutricionista de Harvard, quien afirma que no es comer más lo que nos hace engordar. Es todo lo contrario, a medida que una persona gana peso, tiende a ingerir una mayor cantidad de alimentos. En este punto, plantea varios escenarios con los que las personas pueden superar este apetito constante.
Consejos contra el apetito constante
Ludwing señala el importante papel que juegan las células en este proceso. En este puno advierte del peligro de las dietas bajas en grasa ya que hace que estas se autoabastezcan recurriendo a calorías que necesitan otras partes del cuerpo. Esto hace que se desencadene una reacción que reduce el ritmo del metabolismo haciendo que una persona gane peso.
Además, esta situación hace que uno siempre tenga hambre, por lo que es más probable comer entre horas y en mayores cantidades. Para evitar esta situación, Ludwing propone estos consejos:
– Superar los antojos. El primer paso se opone a recomendado en una dieta baja en grasas estándar. Durante esta primera fase hay que comer una proporción elevada de grasas, 50% de las calorías ingeridas, y una cantidad más baja de carbohidratos, 25%. También debe incluirse algo más de proteína de lo que a lo mejor estás acostumbrada la persona, 25% restante. En este tiempo deben mantenerse lejos los productos con azúcar añadido
En esta dieta deben mantenerse los frutos secos, los lácteos y otros alimentos ricos en grasas que con las dietas de restricción
– Reprogramación celular. A partir de esta fase habrá que reducir la cantidad de grasas hasta el 40% del total de las calorías y compensarlo con un aumento de los carbohidratos, que pasarán a ocupar el 35%. Para ello se puede empezar a consumir una mayor cantidad de cereales integrales mínimamente procesados. El objetivo de esta etapa es «reentrenar a las células adiposas».
– Alcanzar el peso ideal. Una vez que las células se han acostumbrado a este nuevo ritmo, la persona podrá empezar a incluir una dieta equilibrada en su día a día teniendo en cuenta la periodicidad con la que se deben comer algunos grupos alimenticios. Ludwing explica que el objetivo de esta fase es reeducar el cuerpo en lugar de depender de recomendaciones arbitrarias.
Importancia del ejercicio
No solo hay que tener en cuenta el papel de la alimentación en la lucha contra la obesidad. Hacer ejercicio habitualmente también ayudará en este aspecto. Estos son algunos consejos para iniciar este proceso en el que incluir más prácticas en el día a día:
– Cambio de chip. Hay que animarse a uno y al resto de miembros de la familia a salir a la calle. Buscar excusas para no quedarse en el sofá. Poco a poco el chip irá cambiando y será tu cuerpo el que te pida más ejercicio.
– Marcarse una rutina. Para convertir el ejercicio en una rutina, lo mejor es marcarse unos objetivos y obligarse a cumplirlos. Destinar una hora del día para que toda la familia salga a realizar alguna actividad física. Una buena idea es destinar unos dís al mes para realizar senderismo o ciclismo.
– Saber las limitaciones y gustos. No hay que pasarse, hay que saber las limitaciones de cada caso y desde luego entender que el fin no es prepararse para una competición, sino ponerse en forma. Encontrar una actividad que guste y divierta y no practicarla hasta la extenuación es mejor que hacer algo que aburra y canse hasta que no podamos ni cerrar los ojos.
Damián Montero
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