Son muchas las materias que debe aprender un estudiante a lo largo de su vida y todas ellas con una gran importancia. No solo para sacar buena nota y dar por aprobada una asignatura, todos estos conocimientos le reportarán capacidades que podrán usar en su día a día. Desde el buen uso del lenguaje y la escritura, hasta la realización de operaciones Matemáticas con las que contribuir al mantenimiento de la economía doméstica.
De hecho, hay quien piensa que las Matemáticas tienen una gran importancia ya que su aprendizaje puede tener aplicaciones en otras áreas de conocimiento. Esta es la postura que asume la Conferencia de Decanos de Matemáticas, CDM, y el Comité Español de Matemáticas, CEMat, que tras la firma de la Declaración de La Laguna, piden que se reconozca el verdadero valor de esta asignatura.
Valor estratégico para la ciencia
Durante la firma de la Declaración de la Laguna, ambos organismos han puesto sobre la mesa la importancia que pueden tener las Matemáticas el conocimiento. Tanto la CDM, como el CEMat, explican que si se le concede a esta materia el valor que se merece, su valor estratégico puede hacer que España ascienda puestos a nivel mundial en reputación científica.
Ambos organismos sugieren que gracias a las matemáticas se podrán afrontar los retos actuales en ciencia, tecnología e innovación. Elementos que si mejoran, definirían un mejor desarrollo para la sociedad española. Esta postura se basa en la capacidad integradora que han demostrado los matemáticos en cualquier entorno científico- productivo donde han operado.
Formación matemática en todos los niveles
Tanto CDM como CEMat señalan que uno de los pasos que hay que dar para conseguir este objetivo es cuidar la educación de esta materia. Por ello, en el campo de la formación se plantea el cuidado de esta ciencia en todos los niveles del sistema de enseñanza. Estas son las medidas propuestas para conseguirlo:
– Cuidar la educación matemática de las futuras generaciones, no solo de futuros matemáticos, sino la de los estudiantes de todos los niveles del sistema educativo, pues todos necesitan las matemáticas, ya sea en su vida diaria como miembros de una sociedad hiperinformada, ya sea por su futura actividad profesional
– Conseguir una sólida formación matemática del profesorado no universitario, mejorando los métodos de enseñanza y aprendizaje y sus competencias pedagógicas. Para habría que establecer una serie de directrices sobre la formación y selección del personal docente, basada en programas adecuados de preparación.
– Favorecer la formación de doctores en matemáticas. De esta forma, las cifras de investigación mejorarían y equipararían a las universidades españolas con las más prestigiosas del mundo.
– Potenciar el talento matemático de los jóvenes en la fase no universitaria.
Damián Montero
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