El pecho de la madre es el primer alimento que debe tomar el bebé cuando llega a este mundo. La leche materna cuenta con numerosos beneficios, tanto a nivel psicológico (mejora del vínculo con el hijo) como en el terreno de saluda. Amamantar a un niño supone brindarle protección contra infecciones y otras enfermedades que podrían lastrar sus primeros años de vida.
Ahora, una nueva investigación sugiere otro beneficio de dar el pecho al bebé: la mejora de su flora bacteriana. El trabajo realizado por el Hospital Pediátrico Mattel de la UCLA ha encontrado una relación entre la leche materna y la mejora del aparato digestivo en los más pequeños.
La leche materna mejora en las digestiones
Esta investigación se centró en 107 parejas con hijos en edad lactante. El objetivo era comprobar si el hecho de que recibieran el pecho mejoraba de algún modo su flora bacteriana. Tras analizar estos casos, los profesionales de la UCLA encontraron que en estos bebés la presencia de flora bacteriana beneficiosa para la digestión había aumentado en un 30%.
Un hecho que no solo contribuye a que las digestiones de estos niños sean mejores. La presencia de esta flora bacteriana también ayuda a la salud de los más pequeños de otro modo, por ejemplo evitando enfermedades como la diabetes tipo 1. Habitualmente, los menores que padecen esta afección metabólica también tienen anomalías en la población de bacterianas en sus intestinos.
La presencia de esta flora bacteriana también juega un papel muy importante a la hora de prevenir enfermedades y mejora la protección que ofrece el sistema inmunitario manteniendo lejos enfermedades como la inflamación del intestino. Por otro lado, como se ha dicho, esta mejoría también supone digestiones menos pesadas en los más pequeños, algo que se hace evidente especialmente cuando se empiezan a introducir alimentos sólidos en la dieta de los hijos.
«Cada vez nos percatamos más de cómo esas comunidades bacterianas, en particular las del intestino, ayudan a proteger contra las enfermedades. Sabemos a partir de modelos animales que si se obtienen unas bacterias buenas en el intestino a principios de la vida, es más probable que se sea sano», explicó Grace Aldrovandi, autora principal de este estudio.
Beneficios de la lactancia materna para el bebé
Siempre que sea posible, la madre debe apostar por la lactancia en su bebé. No son pocos los beneficios descubiertos por la ciencia, estos son algunos de ellos:
– Concede los nutrientes adecuados para el niño en la proporción y temperatura recomendada por los pediatras.
– Es fácilmente digerida y asimilada por el organismo.
– Favorece el desarrollo de la mandíbula. Al realizar el acto de succión, el niño ejercita esta zona del cuerpo, lo cual tiene beneficios a la hora de aprender a hablar y de masticar correctamente en el futuro.
– Hace que el niño esté más predispuesto para aceptar la variedad de alimentos a través de la variedad del menú de la madre, que se traducirá en sabores.
Damián Montero
Te puede interesar:
– La lactancia aumenta la inteligencia del bebé
– La alimentación complementaria del bebé
– La lactancia materna vale la pena