El amor en la juventud es de suma importancia, ya que las primeras relaciones de pareja construyen los parámetros sentimentales de las personas, es decir, si a esa edad una persona vive un amor sano, sus relaciones posteriores se vivirán de la misma manera. Sin embargo, si a esa edad una persona experimenta un amor lleno de abusos y peleas, tenderá a repetir este comportamiento en sus «relaciones de amor» como un rol que se adopta, algo que se aprende.
Las consecuencias emocionales que puede causar una relación carente de un compromiso constituir el germen de una gran inestabilidad emocional. Sin compromiso, la relación acaba siendo abandonada por los dos miembros de la pareja y acaba muriendo, «como una flor que se deja de regar».
Ejemplos de relaciones tóxicas en la pareja
El gran problema de las relaciones tóxicas es que son difíciles de identificar por el interesado y cuesta hacérselo ver desde fuera. Paradójicamente, las relaciones tóxicas son las relaciones de las que más cuesta salir y que más enganchados nos dejan: se corta, se vuelve, y vuelta a empezar. A continuación, enumeramos una serie de ejemplos de relaciones tóxicas en la pareja:
1. Relaciones «que me completen»: dejar toda nuestra felicidad en manos del otro. Una relación no debe servir o utilizarse para suplir carencias personales, esto hace que luego seamos dependientes y no recorramos el camino de crecimiento personal.
2. Relaciones idealizadas: la perfección no existe, si queremos a alguien debe ser con sus defectos, con sus más y sus menos. Además, intentar «arreglar» a las personas o cambiarlas no suele funcionar. Vivir una relación por el «cómo debería ser» y no cómo es lleva a frustración, sufrimiento y tristeza.
3. Relaciones basadas en mentiras: En las relaciones una omisión es como una mentira, las relaciones se basan en la confianza, abrirse a la otra persona y conocerse mutuamente.
4. Relaciones regidas por chantajes: consisten en aplicar un castigo emocional cuando la otra persona no hace exactamente lo que queremos. «Si no haces tal cosa es que no me quieres». No permiten actuar libremente puesto que la coacción es permanente.
5. Relaciones en segundo plano: las relaciones requieren que se les dedique tiempo y esfuerzo, si no se las cuida, se marchitan. Las personas necesitamos que nos dediquen cariño, atención y tiempo. Si siempre todo es más importante que tú, mala señal.
Raquel García Zubiaga. Psicóloga. Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Educación (INAE)
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