Es el primer alimento que toda persona al nacer. La leche materna es un sustento con múltiples beneficios para los bebés, tanto a nivel afectivo como de salud. Amamantar a un niño es prevenirlo de múltiples enfermedades gracias a la cantidad de anticuerpos que reciben los más pequeños con este acto. Incluso se aumentan las posibilidades de evitar el desarrollo de tumores.
Así lo indica el estudio realizado por la Universidad de Lund junto con otras entidades. Un trabajo que formará parte del XII Simposio Internacional de Lactancia Materna y en donde se profundizará en los efectos positivos que tiene la leche materna para prevenir enfermedades.
Destrucción de células cancerígenas
El equipo de la Universidad de Lund analizó los componentes de la leche materna para tratar de encontrar alguno que se relacionase con la prevención del cáncer. Una de las proteínas presentes en ella hace que se active un mecanismo por el que se destruyen hasta 40 tipos de células tumorosas.
Esta proteína presente en la leche materna al quedar unida con un ácido graso y conforma un complejo denominado Hamlet. Este proceso es el que inicia la destrucción de las células tumorosas en el cuerpo humano. La eliminación de estos peligros en los bebés hará que en su futuro ya que tendrán menos posibilidades de desarrollar un cáncer.
Además, no solo el niño recibe estos beneficios de la lactancia. La madre que da el pecho a su hijo previene en un 30% los cánceres de mama, colon y vejiga. Los especialistas incluso plantean que esta leche sea utilizada como futuro tratamiento contra los tumores. De hecho algunos ensayos realizados en pacientes con esta enfermedad han mostrado una reducción en la gravedad de esta afección.
Beneficios de la leche materna
La prevención del cáncer no es el único beneficio de la leche materna. Amamantar a un niño tiene además estos resultados positivos:
– Asegura al niño los nutrientes necesarios en la proporción y temperatura adecuados. La leche materna incluye los nutrientes necesarios y las vitaminas, proteínas y grasas que necesarios para el correcto desarrollo.
– El niño suele digerirla con mayor facilidad.
– Asegura al niño anticuerpo con los que prevenir numerosas infecciones y otras enfermedades.
– Reduce el riesgo de desarrollar obesidad ya que la leche materna asegura una correcta nutrición en la que no hay ningún azúcar añadido
– Los cambios de sabor en función la alimentación de la madre hacen que el niño acepte en el futuro una mayor variedad de alimentos.
– Ayuda al correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes y el habla. El mecanismo de succión hace que esta zona del cuerpo de los niños se ejercite.
– Crea un vínculo muy fuerte entre la madre y el hijo.
Damián Montero
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