Por muy pequeño que sea un dispositivo electrónico, como un smartphone, este es la llave a un mundo mucho más grande del que se ve a menudo. En este universo hay tanto cosas buenas como problemas. En especial las redes sociales pueden suponer una situación peliaguda para los más pequeños quienes se enfrentan a momentos en los que se les escapa el control.
Perfiles anónimos que exigen cosas raras, ciberacoso, límites de privacidad sobrepasados. Estos son sólo algunos de los problemas que pueden abrumar a los jóvenes en redes sociales. En la mayoría de los casos estos pasan desapercibido porque quienes los sufren se callan y no comunican nada a los adultos. En este punto, abrirse un perfil en estas plataformas puede ayudar a evitar estos problemas.
Silencio ante el problema
Como se ha dicho, en ocasiones los jóvenes tienen que hacer frente en redes sociales a situaciones en las que no saben cómo reaccionar, como por ejemplo la publicación de una foto sin su consentimiento que está siendo objeto de burlas por parte de otros usuarios. Al contar con un perfil en estas plataformas, los padres pueden conocer este caso y denunciar esto ante los administradores de la página y ante las autoridades competentes.
Con este perfil en redes los padres pueden vigilar todas estas actividades e incluso poder detectar casos en los que un usuario comienza a molestar a sus hijos a través de estas plataformas. Hay que recordar que esta herramienta se hace para observar posibles situaciones problemáticas, nunca para controlar el uso que los jóvenes hacen de las
redes sociales.
Aunque sí que se debe aconsejar prácticas seguras, como por ejemplo ver una foto publicada que pueda considerarse íntima o que en su perfil se ofrezca demasiada información personal y que pueda facilitar su localización a posibles desconocidos con intenciones perversas.
Control en redes sociales
Estos son algunos mecanismos con los que vigilar la actividad que tienen sus hijos en redes sociales:
– Privacidad del muro. Cuando los hijos son más mayores no se puede saber
qué temas trata en sus conversaciones y sus mensajes con amigos, pero se puede ver quiénes son sus contactos. Cuando son más pequeños, es recomendable supervisar la actividad y entrar en su perfil a menudo, pues puede ser la mejor manera de evitar un problema que puede llegar a ser más complicado sin esta medida.
– Poner horarios y límites al uso de los adolescentes de las redes sociales. Es importante que los padres supervisen que no se conecten en tiempo de estudio o en momentos de reunión familiar como las comidas.
– Para ver su perfil, de nuevo hay que tener en cuenta la edad del adolescente. Hacerse un perfil propio y ser contacto de tu hijo es muy útil. También es bueno sentarse a su lado cuando navegue por la red y que lo comparta con los padres.
– Es bueno intervenir en la actividad que hace el hijo en las redes sociales comentándola, preguntando al respecto y corrigiéndoles. Es bueno estar pendiente de la actuación que hagan los adolescentes y asesorarlos para que actúen de la manera correcta, propiciando así la comunicación entre padres e hijos.
Damián Montero
Te puede interesar:
– El control de los padres en las redes sociales