Cada vez es más común salir a la calle, pasear por el parque y ver más mayores paseando que menores. El hecho de que las mujeres cada vez tengan menos hijos y a edades más tardías está causando un envejecimiento de la población que se va mostrando cada día más en detalles de nuestra vida.
Incluso la cesta de la compra de los españoles es un síntoma de este envejecimiento. Así lo demuestra el estudio Global Consumer Life en donde los productos que nos llevamos a casa desvelan este cambio en la población de este país.
Cesta más sana
Los autores de este estudio señalan que el hecho de que se haya incrementado el número de mayores de 65 años ha causado que productos frescos y verduras. El consumo de frutas ha crecido un 8,6% y el de verduras un 4,5%. Los artículos que ayudan a las personas a prevenir enfermedades cardíacas e hipertensión también aparecen más en la cesta de la compra.
Esto se debe a que a estas edades los mayores cuidan más su salud para evitar en la medida de lo posible los achaques de la edad. Pero si las verduras y las frutas han aumentado, otros artículos han disminuido. Por ejemplo la leche, un producto que es menos usado por las personas adultas ya que no necesitan tanto aporte de calcio como los niños.
También sorprende la inclusión de otros artículos en la cesta de la compra como el ácido hialurónico o el colágeno. Una respuesta al miedo de las personas mayores a perder facultades mentales o físicas por culpa del paso de los años, así como una preocupación por su aspecto físico que no existe en aquellos hogares con niños en donde la cesta de la compra se enfoca plenamente en los más pequeños.
Situación preocupante
Además del cambio en la cesta de la compra, el envejecimiento de la población está causando otras situaciones más graves como un crecimiento negativo. De hecho en España ya se han registrado más defunciones que nacimientos, una situación que no se producía desde la Guerra Civil. Sin embargo, ahora no hay una situación de conflicto que explique este contexto.
Tal y como se aprecia en los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística, INE, los nacimientos disminuyeron un 2%, las defunciones aumentaron un 6’7% produciéndose una diferencia de 4’7 puntos porcentuales. En concreto en España nacieron durante 2015 un total de 419.109 niños, es decir, 8.486 partos menos que en el año anterior. Si se compara con los datos de 2008 cuando se registraron 519.779 alumbramientos, la reducción ha sido de 19’4 puntos porcentuales.
Por su parte España registró un total de 422.276 fallecimientos, lo que supone un crecimiento del 6’7% respecto a 2014. Si se comparan los datos de las defunciones y de nacimientos en nuestras fronteras se observa que se registraron un total de 2.753 muertes más que alumbramientos. Esto ha supuesto que nuestro país registre un saldo vegetativo negativo.
Damián Montero
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