El mundo de las apuestas on line se está haciendo un peligroso hueco entre los adolescentes. Mientras que antes la media de edad de una persona que empezaba a jugar era de 28 años, en la actualidad se ha reducido hasta los 18 años. Esta disminución en la edad de inicio tiene que ver con la entrada de las nuevas tecnologías.
Las apuestas deportivas, el póquer on line, las ruletas a través de Internet, etc. son algunas de las nuevas formas de juego que, por su fácil acceso, hacen que muchos jóvenes terminen enganchándose.
Probablemente, si pensamos en alguien enganchado al juego, en alguien que sufre ludopatía, nos viene a la cabeza el típico bar de barrio donde está la máquina tragaperras, con sus luces y sonidos y una persona frente a ella echando monedas y pulsando botones mientras espera que esta vez le toque el premio. Algo parecido nos pasa con los casinos o los bingos, donde tantas personas pasan su tiempo de ocio.
Sin embargo, todo esto está cambiando, las formas de acceder al juego son diferentes y el perfil de los jugadores también.
El comienzo de la ludopatía: las apuestas deportivas
Toda esta revolución tecnologíca está haciendo que los jóvenes tengan acceso al mundo del juego de una manera fácil, rápida y anónima, donde las apuestas, el entretenimiento y ganar «dinero fácil» son las principales motivaciones.
Un estudio realizado por la Universidad Miguel Hernández destaca que 1 de cada 4 jóvenes entre 13 y 17 años ha participado en alguna ocasión en apuestas, máquinas tragaperras, póker y ruletas.
Las apuestas deportivas se están convirtiendo en el primer paso de los adolescentes para caer en la trampa de la ludopatía, pues puedes apostar en un breve espacio de tiempo a un montón de variables como quién ganará, quién marcará primero, cuántos goles marcará uno u otro equipo… lo que hace que en un breve espacio de tiempo y con tan solo un clic se caiga en la ilusión de que puedes ganar dinero. Además, los jóvenes lo ven como una forma más de entretenerse y darle más emoción a los partidos.
Es cierto que no todos los que realizan apuestas terminarán siendo adictos, pero si se apuesta sin ningún control, el riesgo aumenta considerablemente. Todo comienza de una manera inocente, muy sutil y muy social, donde el chaval comienza a apostar en los partidos de su equipo junto a sus amigos y llega un día donde invirtiendo poco dinero gana mucho y vuelve a invertir y vuelve a ganar, haciéndose una idea equivocada de que es un buen jugador y que puede ganar mucho dinero si sigue jugando, esto activa en su cerebro los circuitos del placer, igual que pasa con los adictos a sustancias, está activación hace que la conducta se repita una y otra vez, buscando constantemente esa sensación.
Lamentablemente y como es de esperar llegan las pérdidas y ahora la motivación para jugar es recuperar el dinero perdido. Para ello apuestan más y más, y aunque ganen algunas veces, las pérdidas siempre superan las ganancias con lo que si hace falta piden dinero a amigos, familiares… creyendo que lo recuperarán y comienzan todos los problemas. Lo que antes era un modo de entremeterse en un contexto social ahora es una necesidad.
¿Por qué enganchan tanto las apuestas online?
Los expertos coinciden en que existen diferentes características que hacen que este tipo de apuestas sean tan adictivas y que inciten cada vez a más jóvenes a probar, algunas de ellas son:
1. El fácil acceso a estos juegos. Ahora puedes descargarte una aplicación en tu móvil y jugar donde quieras y en cualquier momento las 24 horas del día.
2. El anonimato que te proporciona internet. La tranquilidad de saber que nadie sabe quién eres.
3. La posibilidad de ganar dinero rápido. Hace que cada vez más jóvenes y de menos edad «prueben suerte».
4. La Inmediatez. Puedes apostar en cualquier momento, antes del partido incluso durante el mismo.
5. El bajo coste. Puedes hacer apuestas de poco dinero, lo que facilita que muchos jóvenes tengan acceso y que crean que el riesgo es mínimo.
Además de todos estos factores, no podemos olvidar el impacto que tiene la publicidad que le dan a las apuestan en las retransmisiones deportivas, el bombardeo constante de las diferentes formas de apostar que existen y que, la realidad es, que no está tan mal visto este tipo de juegos on line: ¿qué tiene de malo jugar a adivinar un resultado deportivo? a diferencia de lo que pasa con las máquinas, que tienen un impacto social mucho más negativo.
Si tenemos en cuenta que los menores de edad no tienen acceso a los casinos y las salas de juego, los juegos on line se convierten en una buena forma de entrar en este mundo del juego, y más concretamente en las apuestas deportivas donde los que juegan son los más jóvenes y los que menos percepción de riesgo tienen.
No podemos olvidar que la ludopatía es una enfermedad, donde la persona no puede dejar de jugar, pues si lo deja sufre muchísima ansiedad, generada por el síndrome de abstinencia, pero que tiene tratamiento y solución.
Rocío Navarro. Psicóloga. Directora de Psicolari, psicología integral
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