¿Crecen nuestros hijos demasiado deprisa? ¿Han cambiado los tiempos y en la actualidad los jóvenes realizan actividades que no les corresponde a su edad? Muchos padres opinan que sí, en especial en relación con el consumo de alcohol. Así los desvela el VI Barómetro de la Familia realizado por The Family Watch.
Según este trabajo, la mayoría de los padres creen que el consumo de alcohol ha aumentado entre los más jóvenes. Y no solo creen que este crecimiento es en comparación con la época en la que ellos eran jóvenes, sino que en comparación con hace una década la ingesta de bebidas etílicas se ha incrementado de forma alarmante.
Imposible salir sin beber alcohol
Los datos de este trabajo también señalan que los padres creen que sus hijos no valoran salir a la calle o hacer alguna actividad de ocio por la noche sin beber alcohol. Así contestaron a esta encuesta el 70% de los progenitores participantes que opinan que sus vástagos siempre que realizan una quedada de ocio nocturno, buscan la ingesta de sustancias etílicas.
Eso sí, la mayoría de los padres también cree tener la solución para poner fin a esta situación en sus hijos: involucrarse en el ocio de sus hijos. De esta forma los adultos apuntan a que sus hijos dejarían de relacionar salidas y bebida si llegado el fin de semana hicieran alguna actividad con ellos en la que por supuesto no estuvieran presentes estas sustancias.
El alcohol: un problema que preocupa
Este barómetro también recogió las opiniones de los padres sobre aquello que más les preocupaba respecto a sus hijos. De estos datos no cabe duda alguna: el 90,3% de los padres señala el alcohol como principal causa a la hora de quitarles el sueño. Pensar que su hijo puede sufrir alguna consecuencia derivada del consumo de estas bebidas es algo que angustia a los progenitores en España.
Es precisamente esta preocupación la que lleva a los padres a creer que en la actualidad no se está actuando con la suficiente mano dura para poner remedio. De esta forma, 9 de cada 10 progenitores creen que tendrían que ser más estrictos con sus hijos la hora de tratar con ellos este tema.
¿Falta de comunicación?
Quizás este problema con el alcohol haya empeorado por culpa de la falta de comunicación. Así lo cree el 62,5% de los padres que participaron en este estudio, quienes creen que la relación con sus hijos es todavía peor que hace una década. ¿La culpa? Internet y las redes sociales que a pesar de haber acercado a personas de distintas partes del mundo, nos ha alejado de los que tenemos más cerca.
¿La solución? Obviamente acercarse a los hijos y hablar con ellos muy seriamente del alcohol. Estos son algunos consejos para tratar de concienciar a los más jóvenes sobre este tema:
1. Diálogo con los hijos y aprovechar todas aquellas oportunidades en las que tengan predisposición para hablar y no únicamente cuando los padres quieran.
2. Apostar por actividades de ocio y aficiones comunes para encontrar una forma de diversión que pueda gustar a todos.
3. Un proyecto educativo individual para cada hijo en función de las necesidades que presente cada uno.
4. Transmitir valores tales como la importancia de la familia y en especial la necesidad de mantener un estilo de vida sano.
5. Fomentar que realicen actividades deportivas, que no se queden quietos en casa y que su ocio esté marcado por un estilo de vida sano.
6. Enseñar moderación (sobriedad) en general y en el uso del dinero en particular.
7. Ofrecer un modelo adecuado con el propio consumo de alcohol desde casa. Enseñar que estas sustancias no son sinónimo de diversión.
8. Conocer a sus amigos y su grupo y ofrecer, siempre que se pueda, el propio hogar como lugar de reunión.
9. Mantener unos horarios razonables pero firmes para las salidas.
10. Reforzar positivamente las conductas que lo merezcan y negativamente las que requieran corrección, tratando de explicar siempre por qué se ha obrado mal y haciendo que el adolescente razone por sí mismo.
Damián Montero
Te puede interesar:
– El alcohol y su efecto preocupante en niños y adolescentes
– El alcohol y sus efectos en los adolescentes
– Botellón, alcohol y adolescentes: un cóctel de riesgo