La obesidad es uno de los asuntos que más afectan hoy en día a las nuevas generaciones. Los casos de niños con problemas de peso han aumentado en los últimos años, un crecimiento que también ha estado acompañado de la expansión de productos dietéticos y que incluyen edulcorantes como la sacarina entre sus ingredientes.
¿Cómo pueden haber crecido el número de casos de obesidad si también han aumentado la cantidad de alimentos sin azúcar? Esta es la pregunta que se han hecho en la Universidad de George Washington en Washington D.C., quien ha tratado de averiguar si existe una relación entre estos productos y la subida de niños con problemas de peso.
Crecimiento de edulcorantes
En 1999 apenas un 8% de los niños consumían edulcorantes bajos en calorías, afirma Allison Sylvetsky, autora principal de esta investigación. Esta cifra ha crecido bastante en los últimos 17 años ya que en la actualidad este porcentaje se sitúa en el 25,1%. ¿Cómo es posible que también hayan crecido los niños con obesidad?
Para encontrar la respuesta, estos investigadores acudieron a Encuesta nacional de evaluación de salud y nutrición de EE. UU, de donde sacaron los datos de casi 17.000 personas. Estos datos fueron puestos en común con los de la anterior edición de la mencionada encuesta. En la actualidad 1 de cada 4 niños afirmaron tomar edulcorantes de forma habitual en su dieta.
¿Edulcorantes que engordan?
«Los hallazgos son importantes, sobre todo para los niños, porque algunos estudios sugieren un vínculo entre los edulcorantes bajos en calorías y la obesidad, la diabetes y otros problemas de salud», afirma Sylvetsky, quien alude a que no es la primera vez que una investigación señala a estos productos conducen al aumento de peso de quienes los consumen.
¿Por qué engorda un producto bajo en calorías y en azúcar? Esto podría deberse a que los alimentos intensamente dulces provocan el deseo de sus consumidores más de ellos, o a que las personas que beben un refresco de dieta piensen que ya han evitado suficientes calorías como para permitirse una segunda ración. Esto conlleva a que en última instancia se consuma más de la cantidad recomendada.
Es un error pensar que aquellos alimentos ligth o que contienen edulcorantes no engordan. En el caso de los primeros productos reciben esta denominación porque contienen un menor nivel de calorías y azúcares que el original. En el segundo siguen conteniendo otros elementos que también influyen en la ganancia de peso de quienes los consumen. Es decir, son menos nocivos, pero no inocuos como mucha gente piensa.
Además también se advierte del riesgo de los productos con azúcar creado artificialmente y que están presentes en muchos alimentos del mercado. «Beber agua en lugar de refrescos. Endulzar una el yogurt con un poco de fruta», recomienda la autora principal de esta investigación quien añade que una fruta siempre es mejor tentempié para los niños que otro producto tipo snack.
Damián Montero
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