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Gripe: consejos para sentirse mejor

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10 Consejos Para Sentirte Mejor Si Tienes Gripe

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La gripe afecta cada año al 10-20% de la población, pero en determinados grupos cerrados como colegios y escuelas infantiles, o asilos es superior al 50%, alcanzando los picos de mayor prevalencia durante el invierno ya que el virus de la gripe resiste bien las bajas temperaturas.

Además, el contacto interpersonal es más estrecho en esta estación debido a un mayor tiempo de convivencia en el interior de domicilios y edificios, lo que facilita la trasmisión de persona a persona. Los virus de la gripe pueden trasmitirse desde un día antes del comienzo de los síntomas hasta siete días después de su aparición. 

Algunos consejos para evitar el contagio de la gripe

Es muy importante extremar las medidas higiénicas como taparse la boca al toser o estornudar, preferentemente con pañuelos desechables, lavarse las manos, sobre todo después de haber tosido, y procurar no reutilizar los pañuelos empleados al limpiarse las secreciones nasales.

Se recomienda lavar bien los objetos del enfermo de gripe, ventilar la casa, en especial la habitación del paciente, varias veces al día y ubicarle en una habitación separada del resto de la familia aconsejándole no salir del domicilio durante el proceso para evitar la extensión del contagio de la gripe.

10 consejos para aliviar los síntomas de la gripe

No existe un tratamiento eficaz contra la gripe, pero podemos aliviar los síntomas para sentirse mejor. Los consejos generales para una persona afectada son:

1. Reposo, dormir y descansar lo suficienteTu cuerpo está luchando contra la gripe para tratar de expulsarla, lo cual a su vez hace que tu cuerpo se sienta más cansado.

2. Ingesta abundante de líquidos. Evita deshidratarte. Las bebidas calientes en especial pueden ayudar a aliviar tu congestión y calmar tu garganta inflamada. Toma agua caliente con agua y limón o un té calmante de menta. Evita beber leche y otros productos lácteos ya que contribuyen a la producción de moco y te harán sentir peor. También debes evitar las bebidas azucaradas y con cafeína.

3. Suénate la nariz de forma adecuada. Aspirar el moco en vez de sonarte puede lastimar tus tímpanos, lo cual añadirá dolor de oído a tus malestares. También hay una forma correcta de sonarte la nariz. Si lo haces de otra manera, lastimarás tus tímpanos. La forma adecuada es presionar un dedo sobre una fosa nasal y sonarte suavemente para despejar la otra. No olvides lavarte las manos después de hacerlo.

4. Usa un fármaco que alivie los síntomas, como el paracetamol, que actúa como analgésico y antitérmico actuando simultáneamente sobre el dolor y la fiebre. La aspirina no está indicada en niños y adolescentes para evitar la aparición del Síndrome de Reye, complicación infrecuente, pero grave del hígado y el cerebro. En adultos se prescribe con precaución por los problemas gástricos que puede provocar.

5. No te automediques con antibióticos, salvo que se prescriban por el médico por infección bacteriana secundaria.

6. Hazte baños de vapor. Ayuda a humedecer y descongestionar las fosas nasales.

7. Ponte un ungüento mentolado bajo la nariz. A parte de hidratar los senos y parte externa de la nariz, seguramente irritada por tanta secreción nasal, ayuda a respirar mejor y alivia la congestión. 

8. Mantén la cabeza elevada. Sobre todo durante la noche porque ayuda a drenar el moco acumulado y a conciliar el sueño. Coloca almohadas adicionales en tu cama para dormir con la cabeza en alto.

9. Usa un spray nasal de solución salina. El agua salada descompone el moco que congestiona tu nariz y elimina las partículas de virus y bacterias de tus fosas nasales.

10. Come de forma saludable, en especial muchas frutas y verduras. Los suplementos vitamínicos se han demostrado inútiles, tanto los de vitamina C (inocua pues la sobrante se suele eliminar por la orina), como los de vitamina A y D con la que hay que llevar más cuidado pues al ser liposoluble y no hidrosoluble puede acumularse y provocar intoxicación en dosis altas.

La mejor forma de prevenir la gripe es la vacunación

Además de aumentar las defensas y evitar en lo posible la infección vírica, la mejor forma de prevenir la gripe es la vacunación, altamente eficaz, que proporciona protección desde el octavo-noveno día y persiste al cabo de un año. Es conveniente realizarla entre los meses de octubre-noviembre. La vacuna de la gripe está especialmente indicada en grupos de alto riesgo:
– Mayores de 60 años.
Niños menores de 5 años.
– Inmunodeprimidos (diabetes, sida, trasplantados, etc.).
– Con enfermedad grave previa especialmente respiratoria (enfisema, bronquitis,
etc.) o cardiaca (infarto de miocardio, valvulopatía, etc.).

También se recomienda la vacuna de la gripe al personal sanitario y a los que conviven con personas con problemas crónicos de salud.

La vacuna de la gripe está contraindicada en mujeres en el primer trimestre de embarazo, en personas alérgicas al huevo o en aquellas que presenten enfermedad aguda con fiebre alta hasta que esta situación remita. Así .mismo, no deben vacunarse los niños menores de seis meses.

Debido a la alta tasa de mutación del virus de la gripe, una formulación vacunal concreta confiere inmunidad por poco tiempo por lo que es necesario elaborar vacunas nuevas todos los años acordes con las cepas prevalentes cada año.

Algunas curiosidades sobre la gripe

La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias, provocada por un virus (virus de la gripe o influenza) que se transmite de persona a persona a través de la tos, estornudos o por objetos compartidos directamente contaminados (vasos, platos, servilletas, etc.). Esta trasmisión se realiza a través de gotas en aerosol cargadas de virus, procedentes de la saliva y la secreción nasal y/o bronquial.

Los virus de la gripe resisten más en ambiente seco y frío. Pueden conservar su capacidad infectiva durante una semana a la temperatura del cuerpo humano, durante 30 días a 0ª C y durante mucho más tiempo a menores temperaturas. Puede ser fácilmente inactivado mediante detergentes o desinfectantes. Este virus muta fácilmente lo que obliga a hacer una vacuna específica cada año.

Los síntomas iniciales pueden ser similares a un resfriado pero lo habitual es que comience de forma brusca con fiebre alta, entre 38 y 40º C y escalofríos. Se acompaña de dolor de garganta, debilidad, dolores musculares (mialgias) y articulares, tos generalmente seca y sin mucosidad y malestar general. Aunque se puede confundir con el resfriado común, la gripe es una enfermedad más grave y está causada por un tipo diferente de virus. También puede provocar, más a menudo en niños, náuseas y vómitos, así como gastroenteritis, denominándose entonces gripe estomacal o abdominal.

Dr. Román Rodríguez Barriguete. Médico general y Médico del Trabajo de FCC.

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