Existen muchos tipos de juguetes, desde los más simples ositos de peluche hasta sofisticados productos que incluso cuentan con conexión a internet. También existen otros que producen sonidos, ya sea porque imitan a un instrumento musical o porque cuenta con un altavoz que los emite.
Sin embargo estos juegos que tanto pueden divertir a los más pequeños, también son capaces de perjudicar a su salud. Los juguetes ruidosos tienen un efecto muy negativo en la audición de los niños causando en ocasiones lesiones irreversibles o pérdidas en este sentido tal y como advierte la fundación CLAVE.
Atención de los padres
Desde esta asociación se pide mayor responsabilidad a los padres en este aspecto. Al igual que se vigilan otros asuntos como la presencia de piezas pequeñas o elementos tóxicos en la pintura de los juguetes, también se recomienda revisar si estos emiten sonidos en un nivel recomendable, es decir, por debajo de los 80 decibelios. Pera ello se pueden usar distintas aplicaciones para el móvil que son capaces de medir el nivel de ruido.
A la hora de comprar un juguete también se recomienda vigilar por adquirir aquellos juguetes que cuenten con un regulador de sonido que permita reducir el ruido emitido en el caso de que este sea muy alto. Al mismo tiempo, mantenerse al tanto de la información sobre este tipo de productos y de advertencias como las que realiza la asociación estadounidense Sight and Hearing y en donde se advierte qué productos tienen niveles por encima de lo recomendable.
Por supuesto también hay que fijarse en que estos juguetes llevan el sello CE que asegura que estos productos cumplen con los requisitos de la Unión Europea en seguridad lo que también comprende la seguridad en materia de ruidos. De igual modo se recomienda medir los niveles de sonido que emite cualquier artículo antes de llevárselo a casa.
Enseñar a jugar
Asegurarse de que los niveles de ruido de los juguetes están dentro de los parámetros normales no es suficiente. También hay que enseñar a jugar a los niños dentro de casa. El primer paso será explicar los peligros que tiene llevarse estos productos al oído, cosa que hacen muchos niños motivados por su curiosidad. Los adultos deben vigilar que no se actúa de este modo ya que esta proximidad hace que el tímpano y otros elementos relacionados con este sentido sufran en gran medida.
También conviene que los padres dejen claro que no se deben manipular los niveles de ruido de estos juguetes. Muchas veces los niños descubren el botón para aumentar los altavoces de estos altavoces y lo manipulan para hacer que suenen más. Esto también puede provocar graves problemas auditivos y generar lesiones a largo plazo en los oídos de los más pequeños de la casa.
Damián Montero
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